biciUno de los instrumentos más utilizados como avanzadilla de la bici en las grandes ciudades son los programas municipales de bici compartida. Aunque han tenido un éxito relativo en muchas ciudades del mundo, las dificultades a las que se enfrentan son inmensas. Un buen ejemplo es la historia del progama de Nueva York, que por fin parece haber comenzado a remontar el vuelo.

Dirigir un programa basado que la gente comparta 7.000 bicis distribuidas en 330 puntos de recogida en una urbe de más de siete millones de habitantes no es tarea fácil. Las bicis se pierden, se rompen y el software para controlarlas se estropea. Esos fueron tan sólo algunos de los problemas a los que tuvo que enfrentarse hace poco más de un año el nuevo CEO de Motivate, la empresa encargada del gestionar y desarrollar el sistema.

Está formado por 7.000 bicis distribuidas en 330 puntos de recogida en una urbe de más de 7M habitantes Clic para tuitear

Habían comenzado como un spin-off del fabricante de bicis Alta Planning+Design destinado a entrar en el negocio de los sistemas de bici urbana. Corría el año 2009 y varias grandes ciudades en Norteamérica y Europa comenzaban a desarrollar sus programas de bici urbana. En 2011, ganaban el concurso para Nueva York. En 2013, lanzaban el proyecto. Un año después, estaban a punto de cerrar, habiendo perdido más de 10.000 suscriptores y con múltiples quejas sobre la falta de soporte y el estado de las bicis.

Desde entonces, bajo nuevo nombre y CEO, adoptaron una visión más comercial destinada a garantizar la sostenibilidad del sistema. El precio de las suscripciones no permitía mantener el sistema. Pero el mayor problema era la falta de puntos donde dejar y recoger las bicis. El nuevo equipo se planteó la bici como una forma más de transporte público que, no sólo complementara la red de metro y autobús, sino que se adaptara a una nueva concepción de transporte público más personalizada. Poco a poco el mundo laboral deja atrás las masas de trabajadores que necesitaban grandes vagones y autobuses, para convertirse en algo más personalizado y mejor aprovechado con un medio más limpio como la bici.

El nuevo equipo planteó la bici como transporte público que complementa al metro y autobús Clic para tuitear

Un año después, han duplicado el número de bicis (que esperan cuadruplicar hasta 30.000 en 2017), reparado los problemas de software y extendido la red de puntos de recogida. Las suscripciones van en aumento y la bici comienza su lento trabajo de zapa para imponerse como medio de transporte también en Nueva York.

Vía | Fast Company


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