Hace tan solo unos meses se comentaba en este blog que los hubs urbanos son actualmente una pieza clave en la logística y, también, en el ecommerce. Ya casi nadie discute que los retos actuales que nos impone el comercio electrónico, especialmente la inmediatez en las entregas, hacen necesario que el último paso de la distribución se de lo más cerca posible del cliente final.

Y precisamente a eso se refiere el concepto de hub urbano o mini-hub: a pequeños almacenes de distribución situados en el centro de las ciudades o lo más cerca posible. Esto hace que la última milla, concepto de logística para referirnos al último trayecto que hace un paquete, sea lo más corto posible.

El debate ahora estriba en dónde situar estos hubs urbanos. Por un lado viejas fábricas, naves y almacenes que se habían visto abocadas al abandono, precisamente por estar dentro de las ciudades, ahora parece que tienen la oportunidad de tener una segunda “vida”, con la consiguiente revitalización de esta parcela del sector inmobiliario. Por otro, nada está escrito de antemano, y seguramente podremos ver, en los próximos meses y años, propuestas mucho más originales.

La experiencia del grupo DPD en Alemania: contenedores y bicicletas

Kontanz, Constanza en español, es una bella ciudad situada al Sur de Alemania, junto al lago del mismo nombre. En esta localidad DPD Alemania ha puesto en marcha un proyecto innovador que se basa en el uso de un punto de intercambio de paquetería tan sencillo como puede ser un contenedor. A esto se une el uso de cargo bikes, bicicletas eléctricas de reparto, para hacer la mencionada última milla. Hay una razón para que se haya elegido Kontanz para esta prueba piloto: en el centro de la ciudad abundan las callejuelas estrechas a las que una furgoneta de reparto convencional no podría acceder.

El container juega varios papeles. Por un lado es el microdepósito que recibe los paquetes a primera hora de la mañana y los almacena hasta que las bicicletas empiezan su primer reparto. A lo largo de día puede recibir paquetes en sucesivas ocasiones y el ciclo se repetirá. Por la noche el contenedor sirve también para guardar las bicicletas. El siguiente paso que tienen previsto dar es equipar el contenedor con una placa solar para que las bicicletas puedan cargarse allí mismo si necesitar cambios de batería. Siempre se busca la opción más ecológica posible.

Según cuentan los responsables del proyecto están consiguiendo alguna ventaja adicional. Por ejemplo, las furgonetas de reparto tienen restringido el horario de acceso al centro de la ciudad, mientras que las bicicletas no.

¿Dónde situar los hubs urbanos?

Una vez ya se ha dicho que, como su nombre indica, tienen que estar situados dentro de la ciudad, obviamente los factores a estudiar para decidir una ubicación concreta son múltiples. Por un lado, como cuentan en la web Cadena de Suministro, cada ciudad cuenta con sus propias particularidades. Un factor ineludible es el precio por metro cuadrado de la renta que habría que pagar cada mes por el local.

Se busca la sostenibilidad económica, la reducción de costes y, también, la ambiental, por lo que se fomenta el uso de vehículos de reparto ecológicos. Pueden ser vehículos eléctricos o, mejor aún, bicicletas. Esto posibilita poder ubicar los minihubs lo más cerca posible del centro urbano, y poder hacer la última milla en un vehículo que pueda acceder a casi cualquier barrio de la ciudad sin problemas. Y lo ideal, por supuesto, es, ya que el concepto se denomina así, que el último trayecto a realizar no sea superior a una milla (1.609 kilómetros). SEUR, por ejemplo, cuenta con hubs urbanos en el centro de ciudades como Córdoba, Madrid, Barcelona o Sevilla, entre otras.

Hub urbano de SEUR en el distrito de L'Eixample de Barcelona

Hub urbano de SEUR en el distrito de L’Eixample de Barcelona

Los hubs urbanos son ya una necesidad

Y no solo lo son porque parecen indispensables para poder mejorar la experiencia de compra del cliente de ecommerce. Los responsables de las grandes urbes se han dado cuenta de que los vehículos convencionales de reparto pueden llegar a colapsar las arterias de cualquier ciudad. Para evitar esto es necesario que haya una red de minihubs y, a ser posible, en ciudades muy grandes, barrio por barrio.

Mientras en Madrid empiezan a analizar el problema, en ciudades como Londres ya se han puesto manos a la obra. En la capital británica, por medio del organismo Transport for London, han puesto en marcha un plan de acción. Consiste, por un lado, en poner puntos de recogida de paquetes en las estaciones de metro y, por otro, en poner a disposición de las empresas terrenos en lugares adecuados para establecer en ellos los minihubs. El objetivo, el de siempre: buscar que la última milla sea lo menos contaminante posible.


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