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Existen muchas formas de comprar y vender, y en el ecommerce no es menos cierto. Parece un poco osado decir que existe una forma correcta de vender, y una incorrecta, pero en realidad es así. Si tienes experiencia comprando online, seguramente te habrás encontrado alguna vez con un enorme formulario que debes rellenar antes de comprar el producto, una técnica que no solo es molesta, sino muy poco eficaz porque multiplica la probabilidad de abandono del carrito.

Esa es la forma «incorrecta» de hacer las cosas. Al contrario, si permitimos cerrar la compra antes de pedir los datos cruciales (a dónde lo enviamos y para quién es), las posibilidades de que dicha compra se termine y por tanto, hagamos el ingreso, son mucho mayores. Y para conseguir esto tenemos dos modalidades posibles: cuentas de usuario o checkout de invitados.

No tenemos por qué elegir entre las dos modalidades

Para nuestro ecommerce no tenemos que elegir entre estas dos opciones porque podemos utilizar las dos: solo hemos de tener en cuenta cuándo potenciar cada una, pero para cualquier nuevo potencial cliente podemos ofrecer ambas modalidades de compra para que se sienta mucho más cómodo y seguro.

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Dicho esto, cada una de las opciones tiene sus ventajas. Para empezar, ofrecer la posibilidad de hacer un checkout como invitado es perfecto para los potenciales clientes que necesitan tiempo para tener confianza en el vendedor. Dar la posibilidad de comprar con un proceso rápido y sencillo, y además sin tener que dejar un montón de datos personales a «un desconocido» nos hace ganar puntos.

El checkout como invitado es perfecto para los clientes que necesitan tiempo para confiar sus datos a un «desconocido».

Como contrapartida, no podremos disponer de muchos datos y eso significa que el email solo lo podremos utilizar para informar al cliente sobre detalles del envío, pero para nada más: ni marketing, ni newsletter, ni siquiera para preguntarle cómo ha ido la transacción o pedirle feedback.

La parte buena es que si ofrecemos a ese cliente impaciente un servicio correcto, a tiempo y vive una buena experiencia, repetirá. Como es lógico, en el email que utilizamos para informar sobre el envío podemos ofrecerle la oportunidad de crear una cuenta de usuario, o incluso regalarle un cupón para la próxima compra (con la condición de que abra la cuenta de usuario, por ejemplo).

En el caso de la cuenta de usuario, nuestro objetivo es tratar de conseguir que quien compra, la cree. No por los datos personales, sino porque es la mejor manera de poder interactuar con él, por ejemplo enviando cupones, descuentos, pidiéndole que se suscriba a la newsletter, o que forme parte de nuestra comunidad. Podemos pedir a los usuarios de nuestro ecommerce que dejen reviews, podemos pedirles feedback o iniciar pruebas o promociones con ellos.

La cuenta de usuario es la mejor forma de interactuar con el cliente Clic para tuitear

Cuando un comprador tiene una cuenta de usuario, podemos mostrarle el histórico de sus compras (y nosotros disponer de él para personalizar su experiencia), y en general podemos estar seguro de que estamos en el buen camino para fidelizar a dicho cliente. Luego ya es cosa de cada negocio el cómo se optimiza la relación y se le «saca provecho» a cada usuario, siempre en el sentido de darle un mejor servicio y animarlos, en cierta medida, a que compren una vez más, o recomienden el servicio a sus amigos o familiares.

Vía | Bigcommerce


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