Es un placer montar en bicicleta. El sentir del viento mientras se pedalea es una de las mejores sensaciones que existen y, además, mejoras tu calidad de vida. Pero cuando ese aire agradable se convierte en el horror helado de los fríos meses de invierno, ese placer puede convertirse en una auténtica tortura.
Para evitar dejar abandonada nuestras bicis durante todo el periodo invernal, os vamos a dar unos consejos para que ni el frío ni la lluvia nos impida disfrutar de nuestro vehículo favorito y poner nuestro granito de arena contribuyendo al desarrollo sostenible.
Capas como las cebollas
Lo más importante para no pasar frío es un buen sistema de capas. La primera capa, la más pegada al cuerpo, será suficiente con una camiseta de algodón, o si sudamos mucho, una camiseta con materiales transpirables. La segunda capa debe ser la que aporte calor a nuestros cuerpos. Un chaleco o un forro polar será suficiente. Y la tercera capa tiene como finalidad mantener el frío fuera y el calorcito bien dentro. Unos guantes se hacen indispensables en invierno.
Abriga tu cabeza
Por la cabeza es por dónde se escapa la mayor parte de nuestro calor corporal. No debemos olvidarnos de cubrir la parte más importante del cuerpo con un gorro, o si usamos casco, unas orejeras para mantener nuestras orejillas calentitas. Unas gafas también ayudan cuando hace mucho viento.
Hazte visible
No olvidemos que durante los fríos días de invierno, puede darse el caso de que la visibilidad se vea reducida por factores meteorológicos. Prendas reflectantes, o artículos que puedan ser colocados sobre la ropa, nos darán esa seguridad extra que necesitamos en esos fríos días.
Esperamos que con estos consejos te animes a seguir usando tu bicicleta y que ni la lluvia ni el frío te impidan pedalear, contribuyendo al mismo al desarrollo sostenible.
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