Desde que Facebook incluyó en su sistema la posibilidad de crear anuncios patrocinados, las marcas han visto aumentar su base de fans, sus ventas totales y crear una imagen de marca mucho más atractiva para los clientes potenciales, permitiendo impactar a aquellos usuarios que tengan intereses muy similares a los valores que proyecta la marca.
Para utilizar estos anuncios de forma eficaz, lo primero y básico es tener una página de Facebook. Las páginas de Facebook aglutinan en un lugar, todo aquello que la marca quiera publicitar, desde anuncios y campañas a promociones o, simplemente, generar actividad y conversación sobre sus actividades y productos.
A la hora de publicar los anuncios, Facebook pedirá un presupuesto para imprimir los anuncios que se deseen crear. Este presupuesto se irá gastando según los usuarios se vean interesados en dichos anuncios, cada vez que un usuario haga clic en un enlace, vea una reproducción de un vídeo.
De esta manera Facebook asegura que el alcance de los anuncios se haga de forma equitativa, gastando más presupuesto en aquellos anuncios que, bien por la calidad de su creatividad, o una segmentación no muy adecuada, no están llegando a la cantidad de público estimada.
Otro de los aspectos destacados de los anuncios de Facebook es la posibilidad de crear audiencias personalizadas. Las audiencias personalizadas permiten orientar los anuncios a aquellos potenciales clientes utilizando información que ya se obtenido de anteriores campañas. Son muy útiles para encontrar a aquellos usuarios que por sus intereses sean potenciales clientes.
Podrás medir todo el rendimiento de tus campañas de forma fácil y sencilla a través del propio Facebook. KPIs alcanzados, si se ha gastado el presupuesto, número de usuarios que han respondido al anuncio… Cualquier dato será proporcionado por Facebook para que tus campañas en redes sociales sean cada vez más sencillas de crear y mucho más eficientes.
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