El Social Media ha supuesto un gran avance en el mundo de la comunicación o más bien un giro de 180º. Antiguamente eran las empresas las que comunicaban algo al consumidor, y casi cualquier cosa valía para captar la atención de este y tratar de venderle algo sin importar qué persona estaba al otro lado de la televisión, cómo era o qué necesidades tenía.

Hoy en día todo esto ha cambiado. Ahora las empresas, gracias al Social Media, no se limitan a comunicar un mensaje, sino que se centran en escuchar al consumidor y, a través de las redes sociales, iniciar una conversación. Claro que todo esto tiene un riesgo, las empresas están expuestas 24 horas al día 365 días al año ante cualquier crítica de un consumidor descontento con la marca. Pero al mismo tiempo tienen un punto a su favor, conocer a su cliente. Si una empresa conoce a sus clientes podrá saber qué es lo que piensan de ella, cómo es su público objetivo y qué producto o servicio es el que más le puede interesar. Y, por otra parte, puede identificar sus problemas y darle una atención personalizada, rápida y eficaz, evitando que se genere una crisis de reputación y mejorando el índice de satisfacción del cliente.

Pero no solo ha cambiado el cómo se comunica, también el qué se comunica. En las redes sociales el contenido juega un papel fundamental. ¿Por qué?

El contenido es la herramienta para conectar con un público objetivo, interactuar con él y ofrecerle un producto o servicio personalizado gracias a la segmentación que ofrecen las redes sociales.

Primero fue el teléfono, luego el fax, la web, el e-mail y ahora las Redes Sociales. La tecnología avanza a pasos agigantados y las marcas deben saber adaptarse siendo cada día más dinámicas y más sociables que nunca, ya que ahora entra en juego el Social Media dentro del mundo de la comunicación y aquí el usuario es el protagonista.

Foto | webtreats, JD Hancock


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