Aunque parezcan un invento reciente, los coches eléctricos existen desde los años 1820 cuando el húngaro Ányos Jedlik inventó el primer modelo de motor eléctrico conectado a un carruaje. En aquella época no existía una preocupación como hay ahora por las bajas emisiones, de modo que elegir electricidad o combustibles fósiles dependía de otros factores. Hoy en día tanto particulares como empresas están mucho más comprometidos con la sostenibilidad y es una de las primeras cuestiones que se tienen en mente.

En aquella primera época todo resultaba un poco primitivo: algunos modelos ni siquiera eran recargables, otros requerían «vías eléctricas» y además circulaban a velocidad de tortuga. Con los avances en baterías el coche eléctrico se convirtió en un invento algo más práctico y similar a los actuales. Pero todavía eran lentos, no muy eficientes y ni siquiera se sabía bien para qué servirían.

A principios del siglo XX se probaron diversos usos: para el transporte, el trabajo en las minas y como servicio en forma de taxis o furgonetas. Hoy en día las flotas profesionales encajan con los planes de lucha contra el cambio climático, y entre los particulares existe también esa preocupación.

Por ejemplo, en SEUR y DPDgroup han desplegado en 2020 1.163 vehículos de bajas emisiones y cero emisiones en toda Europa. Los países, fabricantes y empresas con grandes flotas están acelerando la electrificación de sus vehículos, así como la utilización de soluciones alternativas (bicicletas de carga, triciclos, etcétera). Pero esto era difícil de predecir: a pesar de que la gasolina acabaría triunfando por su precio y mayor densidad energética durante el siglo XX, los vehículos eléctricos se usaron durante décadas como furgonetas de reparto e incluso como furgones de correo. Al igual que hoy en día, ofrecían algunas ventajas significativas como ser más silenciosos o requerir menos mantenimiento.

El objetivo marcado por empresas como SEUR es realizar un reparto 100% ecológico en al menos 20 ciudades españolas, como parte de la Estrategia 2025 de DPDgroup. Actualmente la flota ecológica en España supone ya el 7% y recorre el 10% de los kilómetros que totaliza la compañía: más de 12 millones de km anuales en los que se entregaron más de 8,5 millones de paquetes siguiendo estas directrices ecológicas.

Hasta hace poco comprar un vehículo eléctrico o añadirlo a una flota era casi una excentricidad. Actualmente es lo que marca el sentido común y exigen los clientes. SEUR añadió 100 vehículos propulsados por gas natural en 2020, de modo que el 60% de la flota de SEUR Now en toda España ya es ecológica, lo que le permite realizar entregas más rápidas y sostenibles y con un menor impacto medioambiental en las ciudades.


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