Hace unos días, veíamos dónde encontrar ayuda para adaptar una PYME al sistema de e-commerce. No solo porque supone una necesidad a un mundo que avanza hacia el comercio electrónico en convivencia con el comercio tradicional, sino también porque es una oportunidad para quiénes quieran sumar su empresa a la oportunidad de negocio de la red.

Pues bien: Sage Pay parece propuesto a ayudar a esa adaptación y fomentarla aportando las claves para que una PYME apueste por el éxito en su paso al e-commerce.

Y es que no es para desmerecer el resultado del estudio de la compañía de medios de pago. Según su estudio «I Benchmark Sage Pay sobre PYMES online en España», el 50% de las pequeñas y medianas empresas están perdiendo ventas potenciales. Una fuga de negocio que es posible atajar conociendo algunos de esos detalles que convierten un e-commerce en un negocio de referencia en la red.

Para empezar, el cumplimiento del Estándar de Seguridad de Datos para la Industria de Tarjeta de Pago (PCI) pasa por ser una apuesta segura de éxito. Precisamente por eso: porque fomentar la seguridad del comprador en nuestro e-commerce mediante el cumplimiento de la confianza en los pagos es una garantía de venta. Una que, a pesar de no ser obligatoria todavía, supone una importante cortapisa para el desarrollo de negocio en la red. Según el estudio de Sage Pay, el 53% de las tiendas consultadas desconoce el sistema PCI y apenas un 39% cumple con el protocolo de la normativa.

Precisamente, por una cuestión de protocolo, la segunda clave es limitar el riesgo de fraude. Aunque el 82% de las PYMES consultadas aseguran no haber sufrido ningún fraude, es necesario contar con un sistema de respuestas para confirmar que no hay sospecha alguna. Algo tan sencillo como realizar una llamada telefónica (en caso de que el comprador haya facilitado su número) para garantizar la autenticidad de la compra o bien instalar algún sistema antifraude (aunque el 45% de las PYMES del estudio aseguró no utilizar ninguno).

Lejos de cuestiones de seguridad, ponerle esmero a nuestra plataforma online también es decisivo para triunfar. Sin obsesionarse por los ratios de conversión, la compañía inglesa recomienda la optimización de nuestra web (tanto a efectos de posicionamiento como en lo que respecta al propio site como escaparate para el comprador) como garante de ser encontrada por el potencial cliente sin desatender otra de las claves actuales del negocio online: contar con su adaptación de accesibilidad para smartphones. A pesar de que, a priori, parece cosa de hombres lo cierto es que las transacciones teléfono en mano aumentan a un ritmo imparable. Algo en lo que, según el estudio, suspende el 60% de las PYMES con negocio online y que no puede dejarse pasar. Según datos de Google, la previsión para este 2013 es clara: de seguir así, el 50% de las compras electrónicas del año procederán de teléfonos móviles inteligentes.

Si nuestra plataforma online es el corazón de nuestro negocio, hemos de cuidar incluso la personalización de los métodos de pago. Algo que permite no solo permite facilitar una experiencia homogénea de compra (tan solo el 47% de las tiendas online del estudio han personalizado esta página con sus colores corporativos) sino que además ayuda a evitar el abandono del carrito de la compra (para muchos compradores, el hecho de encontrarse en un espacio distinto al de nuestro e-commerce les genera desconfianza).

Por último, aprovechar que Internet no tiene límites ni entiende de fronteras es la última recomendación. Una en la que internacionalizar es clave para aumentar nuestro volumen de negocio. Una materia pendiente para muchos e-commerce españoles (según Sage Pay, el 49% de los sitios web del estudio solo venden en España) que podrían estar perdiendo la oportunidad de vender en Europa (un 46% ya tiene al resto de la Unión como mercado alternativo al nacional) o, mirando más allá, de exportar sus productos a América Latina (un 13% de las ventas españolas se destinan a esa zona), Estados Unidos (11%) o Asia (3%). Como en todo, cabeza: primero hay que analizar las visitas a nuestra plataforma de e-commerce; después decidir a dónde podemos llegar con nuestro producto. Y, sin duda y tratándose de Intenet, la respuesta es sencilla: tan lejos como dé la red de sí.

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