ParkMe para iOS

Los servicios inteligentes para los conductores que están surgiendo en todas partes alrededor del mundo parecen, a veces, poéticamente diseñados para «devolverles la esperanza». Alguno de ellos es tan completo que promete hacer realidad el sueño de aparcar en las grandes ciudades de forma rápida y barata, algo que muchos ya habían dejado por imposible.

En este blog hemos hablado alguna vez de proyectos piloto de ciudades inteligentes que ayudan a encontrar aparcamiento, por ejemplo, mediante sensores en el pavimento de las plazas públicas. También hay quien se entretiene con las consideraciones científicas, matemáticas y económicas de la situación, algo que poco alivio puede suponer para el conductor desesperado.

Por suerte, hay otras jóvenes empresas, como la que está detrás de ParkMe que tiene más claro que lo importante es poner en marcha una solución práctica. Su idea opera en 1.800 ciudades de todos los continentes, dicen que «incluido la Antártida».

En total la aplicación de ParkMe maneja información de unas 28.000 «zonas de aparcamiento», definidas como estacionamientos públicos de pago, zonas de aparcamiento regulado con parquímetros, edificios de aparcamiento de larga estancia, etcétera.

Web de ParkMe

Su funcionamiento es muy simple y basta descargar la aplicación que funciona tanto con móviles iOS como con Android o vía Web. Las instrucciones se leen en un minuto. El usuario define el tipo de vehículo que conduce y decide cuánto tiempo quiere aparcar, si prefiere aparcar cerca, aparcar barato o medio-medio y finalmente localizar el lugar al que se dirige. ParkMe funciona con los mapas de Google, de modo que es muy completo y los lugares son fácilmente reconocibles.

El secreto de la aplicación es que está conectada con los aparcamientos por horas, con las plazas de estacionamiento con parquímetros de pago, y puede realizar los cálculos en tiempo real basándose en las plazas libres disponibles. De este modo, el usuario puede saber que hay un sitio en el que pagará 12 dólares por dos hora, un poco más cerca quizá 30 o un poco más lejos- en plena calle- por 2 dólares cada 15 minutos.

Otros detalles adicionales manejados por la aplicación son los horarios de los aparcamientos, los medios de pago, el tipo de vehículo (utilitario, motocicleta, monovolumen…) y algún que otro detalle. Naturalmente, las aplicaciones de este estilo dependen mucho de que las ciudades que interesan al conductor estén suficientemente «informatizadas»; en Madrid o Barcelona –por ejemplo– hay bastante información sobre aparcamientos subterráneos y en edificios, pero no sobre estacionamientos a pie de calle, y tampoco se calcula el factor precio.

En cualquier caso, apps como ParkMe son una buena forma de irse haciendo una idea de lo que nos deparará el futuro, de nuevos conceptos interesantes que sería conveniente implementar en las ciudades actuales y, por qué no, de qué tipo de ideas locas pueden funcionar en los próximos años. Porque… ¿quién hubiera pensado que aparcar en pleno centro sería siquiera posible?


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