El auge del comercio global, unido al despegue del eCommerce o la producción en masa de toda clase de bienes de consumo, han provocado que en la actualidad se manejen volúmenes de stock nunca antes vistos en el panorama internacional. Una tendencia en alza que, a su vez, repercute en una industria escondida pero esencial en estas lides: el almacenamiento.
Según varios estudios, se estima que se invertirán alrededor de 7.000 millones de dólares a escala mundial para la construcción de almacenes y parques logísticos en los próximos cuatro años. Cifras mayúsculas pero que responden también a la necesidad imperiosa de desplegar centros cada vez más cerca de los consumidores (a fin de proporcionarles servicios de entrega más rápidos y ágiles) y de mayor tamaño (para gestionar mayor volumen de catálogo).
A continuación, emprendemos un viaje por los mayores almacenes logísticos del mundo, aquellos destinados a guardar y distribuir mercancías de una o más compañías. No incluimos en esta selección (salvo una excepción que reservamos para el final de este artículo) centros de producción o fábricas al uso, entre las cuales destacaría sobremanera la planta de Boeing en Everett (Washington), que es el mayor edificio del mundo con 400.000 m² dedicados al ensamblaje de aviones.
Target: el mayor almacén comercial del mundo
Según los datos de acceso público, para encontrarnos con el mayor almacén del mundo hemos de desplazarnos hasta la localidad de Lacey, en el estado norteamericano de Washington. Allí existe un enorme almacén de más de 185.800 metros cuadrados de superficie, propiedad de la cadena de hipermercados Target.
La razón de semejante almacén (que roza los 7,5 millones de metros cúbicos de volumen y está considerado el segundo edificio más grande del planeta) radica en el propio modelo de gestión logística de Target. Y es que, este gigante del comercio basa su distribución en casi 40 centros territoriales, pero centraliza la importación de sus productos de consumo en menos de cinco grandes almacenes, de los que el de Washington es el mayor de todos.
Esta instalación supera con creces los números incluso de los grandes ‘players’ que se nos vendrían a la cabeza de inmediato al hablar de este tema. Por ejemplo, los principales almacenes de Amazon no superan los 100.000 metros cuadrados (Dumferline, en Escocia, tiene 90.000 m² y el de Hesse, en Alemania, asciende a los 93.000 m²), mientras que la británica Tesco presume de su mayor almacén en Lanestown (Irlanda), con más de 80.000 metros cuadrados.
Amazon y Balay reinan en España
En nuestro país, Amazon sí que reina con claridad entre los centros de mayor tamaño para el almacenamiento y distribución de mercancía. Por el momento, su mayor instalación es la de San Fernando de Henares, que tras sucesivas ampliaciones ronda los 75.000 metros cuadrados. Le sigue el almacén de El Prat, con sus 63.000 metros cuadrados de superficie.
Pero si decimos que Amazon es el rey es porque el gigante del comercio electrónico tiene previsto inaugurar este mismo curso un nuevo centro logístico en Illescas (Toledo), el cual tendrá una superficie útil de más de 100.000 metros cuadrados y se situará como una de las joyas de la corona de Jeff Bezos a escala mundial.
Pero hasta que no esté culminado ese despliegue, el honor de tener la mayor plataforma logística de España recae en Balay, compañía perteneciente al grupo BSH que cuenta en Plaza (Zaragoza) con un almacén de 95.000 metros cuadrados después de ampliar su capacidad a principios de este año desde los 80.000 metros cuadrados que ostentaba desde la última ampliación llevada a cabo por la firma en 2010. Para que se hagan una idea, desde este almacén, Balay mueve al año unos seis millones de electrodomésticos con destino a todo el planeta, especialmente a países de la Unión Europea.
Almacenes grandes… y con sus propios climas
Hasta aquí lo que tiene que ver con almacenes convencionales, pero lo cierto es que el mundo está plagado de sitios donde alojar materiales de lo más curioso y en condiciones cuanto menos extraordinarias. Un claro ejemplo de ello es el Svalbard Global Seed Vault (SGSV), conocido como el mayor almacén de semillas de la Tierra, y situado en un archipiélago ártico de Noruega, 150 metros hacia el interior de una montaña congelada.
Esta peculiar instalación, de 27 metros de longitud, 6 metros de ancho y 6 metros de alto, tiene capacidad para albergar hasta 2.500 millones de semillas procedentes de todo el mundo (actualmente hay unas 860.000 muestras). El objetivo no es otro que proteger la flora autóctona de cada rincón del planeta en caso de desastre natural que obligue a replantar los terrenos, ayudando así a paliar futuras hambrunas o desequilibrios medioambientales. Para ello, este banco de semillas está construido a prueba de terremotos, volcanes, tsunamis o radiación nuclear, además de contar con el añadido de que las propias temperaturas del norte noruego sirven como refrigerador natural de emergencia.
Pero si de lo que hablamos es de climas particulares en almacenes, no podemos obviar una mención al Vehicle Assembly Building -Edificio de Ensamblaje de Vehículos- de la NASA en el Centro Espacial Kennedy (Florida). Si bien estamos ante una instalación que cumple funciones tanto industriales -construcción de las naves- como de almacenamiento propiamente dicho, su enorme tamaño (160 metros de alto, 218 metros de largo y 158 metros de ancho, con un volumen de 3.664.883 m³) lo convierte en una obra de ingeniería digna de admiración.
Y es que, entre muchas otras curiosidades, este edificio cuenta con 10.000 toneladas de equipos de aire acondicionado y 125 ventiladores de gran tamaño. Todo con el objetivo de renovar el aire cada hora y mantener la difícil humedad de Florida a raya. Tan bien funcionan estas instalaciones que se dice que este almacén tiene su propio clima, con nubes de lluvia que se producen espontáneamente en sus techos.
[…] las dimensiones de los grandes almacenes de la actualidad, los operarios tienen que caminar entre 10 y 25 kilómetros diarios para recoger cada producto, […]