Estamos acostumbrados a pensar en la tecnología como la solución a casi todo. Vivimos con la idea de que en el futuro, y de alguna forma u otra, los problemas se habrán resuelto gracias a nuevos inventos más pequeños, más potentes y mejor diseñados.
Sin embargo, el camino al éxito tecnológico está repleto de fracasos. Fracasos necesarios que potencian el pensamiento disruptivo y que permiten avanzar en el desarrollo de soluciones diferenciales. La técnica del ensayo y error siempre ha funcionado, y queremos hacer un reconocimiento a todas aquellas ideas abandonadas por el mercado que reflejan una historia paralela del avance tecnológico.
Demos un repaso a alguno de los inventos que se quedaron por el camino. Algunos son clásicos conocidos; otros acaban de tener lugar el año pasado y su nombre nos resultará familiar. Al fin y al cabo, a lo mejor podemos encontrar en ellos ideas olvidadas para resolver problemas que aún no se han solucionado.
· DIVX contra el DVD: A finales de los ’90, cuando los videoclubes aún dominaban el mercado del alquiler de vídeo, DIVX se propuso crear un sistema más sencillo: pagar por el derecho a copiarse películas en un disco por un par de días. El disco sería reutilizable. En ese momento, el DVD hacía su aparición y la industria temblaba ante la posibilidad de una nueva guerra de formatos como la del VHS contra BetaCam.
· GoogleGlass: Inaugurado en 2012, el proyecto prometía unas gafas computerizadas que nos permitirían aplicar realidad aumentada a todo cuanto viéramos. Tras años de pruebas, rechazo social en restaurantes por asuntos de privacidad (el invento permitía grabar vídeo con las gafas), Google dio carpetazo al proyecto a principios de este año.
· Bitcoin: La que parecía destinada a ser la unidad monetaria de Internet y a regir los destinos de la economía mundial, apenas mueve 60 millones de dólares al día, la misma cantidad que hace un año. Pensada como una criptomoneda anónima capaz de operar sin necesidad de una autoridad central, arrastra problemas de seguridad (varios robos), especulación, etc.
· Newton de Apple: El gran proyecto de Apple en 1993 fue lanzar una agenda electrónica. Prometía ya entonces reconocer y convertir notas tomadas a mano a texto y contaba con infinidad de ventajas (más tarde adoptadas por los fabricantes de teléfonos móviles). Pero el software no funcionaba todo lo bien que debería, lo que atrajo muchas críticas, y su elevado precio llevó a que muchos usuarios lo rechazaran en favor de nuevas agendas muchísimo más baratas que acababan de llegar al mercado.
· Pantallas de zafiro para el iPhone 6: De nuevo, Apple. Prometía crear pantallas de cristal de zafiro, tremendamente resistentes a los golpes y arañazos. Para ello, invirtió 1.000 millones de dólares en la construcción de una fábrica y contrató a GT Advanced para producir las pantallas. Pero la compañía se topó con infinidad de problemas técnicos relacionados con la producción masiva en las cantidades necesarias para la manzana, y, asunto no menor, con el tranporte íntegro de los bloques de zafiro. El nuevo iPhone 6 seguirá contando con una pantalla relativamente frágil y GT Advanced ha ido a la quiebra.
· (Bonus) La supervisión humana evitó el fin del mundo: Moscú, 1983. El hoy teniente coronel Stanislav Petrov, de guardia en el centro de alerta temprana antimisil nuclear de la URSS, Oko, detecta lo que parecen cinco misiles atómicos aproximándose a territorio soviético. En lugar de activar la alerta que daría lugar a una respuesta (y a una guerra nuclear), decide esperar. Se trató de un falló del sistema, que confundió la silueta de un grupo de nubes con misiles enemigos. Petrov pensaba que los americanos no atacarían con sólo cinco misiles, sino con docenas. Su buen criterio bien pudo haber salvado el planeta.
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