Tras un otoño relativamente tranquilo en cuanto a inclemencias meteorológicas en España, llega el invierno y con la estación se incrementan las nevadas, los bancos de niebla y las heladas. Se trata de fenómenos naturales que afectan de manera considerable al tránsito por la carretera y por tanto, a la movilidad, pero que no deben afectar nuestros desplazamientos y seguridad al volante si se tienen en cuenta una serie de recomendaciones,  tanto de prevención como de conducción y mantenimiento, que debemos aprender para prepararnos convenientemente.

En primer lugar, siempre que vayamos a emprender una ruta que no sea del todo conocida, es fundamental consultar la información que la Dirección General de Tráfico (DGT) ofrece del estado de las carreteras con cinco días de antelación. Constantemente actualizada, el apartado específico de esta web, también en app para móviles, ofrece datos sobre los desplazamientos de salida y entrada de las grandes ciudades, el estado del tráfico en las principales vías de comunicación, las áreas de descanso, y los horarios previsibles de mayor intensidad en circulación de vehículos. Si las condiciones meteorológicas condicionan la movilidad, estas también aparecen especificadas geográficamente.

Una vez que disponemos de esta información, es igualmente útil prestar atención a algunos consejos de gran relevancia, como los que se ofrecen en Diario del Viajero, acordes con los Planes de Vialidad Invernal que se ponen en marcha en por parte de las comunidades autónomas de todo el país para potenciar los trabajos de prevención y previsión ante las nevadas, así como la gestión de las incidencias.

Ante todo, hay que valorar la necesidad del desplazamiento y evitar en la medida de lo posible las zonas afectadas por la nieve. Pero en caso de que sea imprescindible el viaje, no hay olvidar llevar cadenas y guantes para su colocación, así como linterna, calzado adecuado y ropa de abrigo. Es aconsejable circular por carreteras nacionales y en horas diurnas, prestar especial atención a las señales y a la información de los paneles informativos, respetar el límite de velocidad y la distancia de seguridad, no adelantar (salvo que se trate de vehículos especialmente lentos y hacerse ver mediante el uso correcto del alumbrado, de posición, de cruce y de niebla.

En el caso de vías desdobladas, debemos circular por el carril derecho y si tenemos que detener el vehículo, mejor hacerlo siempre fuera de la calzada o en el arcén. Por este motivo, es también imprescindible disponer de teléfono móvil con batería suficiente y llenar el depósito de combustible cada cien kilómetros. Por último, si la carretera está mojada, se aconseja pisar con cierta frecuencia el freno, sin llegar a frenar del todo, para secar las pastillas y que respondan mejor en caso de necesidad.

En las indicaciones y recomendaciones de estos planes de vialidad, se especifican igualmente aquellas medidas puestas en marcha para facilitar y hacer más operativo el establecimiento de restricciones a la circulación de vehículos pesados. Para ello, la DGT elabora todos los años un programa para la construcción de aparcamientos de gran capacidad situados estratégicamente en las zonas que suelen presentar mayores dificultades.

Finalmente, y en aras también de ese objetivo de movilidad segura y responsable, es recomendable que los conductores de estos vehículos se mantengan puntualmente informados del cierre puntual de vías que puedan afectarles, para evitar sorpresas de última hora y congestiones de tráfico.


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