No pudo ser. La final española soñada entre Movistar Inter y el Barça Lassa en la Final Four de la UEFA Futsal Champions League en Almaty acabó en una pesadilla por el tercer y cuarto puesto. El ganador de las dos últimas ediciones del torneo continental y el campeón de la Fase Regular de la LNFS cayeron en semifinales ante el Sporting de Portugal y el anfitrión, el Kairat. El conjunto luso alzó el título por primera vez en su historia tras perder las dos últimas finales y a la tercera consecutiva fue la vencida.

Así pues, Portugal es campeona de Europa de Selecciones y de clubes. Y viendo el avance de las selecciones tanto en el viejo continente como en el Mundo entero y el nivel de clubes europeos, brasileños o argentinos, queda claro que ganar una competición internacional cada vez es más complicado.

El nivel del Fútbol Sala en el panorama mundial ha crecido exponencialmente en la última década, no para de avanzar y la globalización es un hecho. Lejos de nuestras fronteras, se ha universalizado el conocimiento táctico y para reconquistar la hegemonía, el Futsal español debe realizar una introspección.

Movistar Inter cedió su tronó en el mismo lugar que lo conquistó y frente al rival al que había ganado en 2017 y 2018. El imponente Almaty Arena fue el escenario para cerrar un dominio continental de 726 días. El que sería a la postre campeón le arrebató con calidad, orden y contundencia a los madrileños la corona que habían lucido con orgullo y merecimiento las dos últimas temporadas.

Cabe recordar que el vigente pentacampeón de la Liga Nacional de Fútbol Sala estableció un nuevo récord de 19 victorias seguidas en la competición de clubes de fútbol sala de la UEFA, que comenzó tras caer en la final de 2016 ante el Ugra Yugorsk y que terminó al perder en estas semifinales frente al Sporting CP.

El equipo de Jesús Velasco cayó 5-3 frente al Sporting y evidenció síntomas de fatiga en un ciclo multiganador. La irregularidad te aleja de la excelencia y te convierte en vulnerable. Así pues, tras proclamarse campeón en las últimas 5 temporadas en España, los interistas tienen los peores registros en una Fase regular de la LNFS en la última década. De hecho, la 2018-19 es su cuarta peor Liga regular en 24 años.

Los de Torrejón de Ardoz todavía optan a dos títulos (Copa del Rey y Liga) y en un intento de transmitir confianza, Movistar Inter acometió antes de la disputa de la UEFA Futsal Champions League la renovación de la columna vertebral de un equipo que ha hecho historia.

Así pues, el capitán Carlos Ortiz y el pívot brasileño Elisandro ampliaron sus contratos hasta junio de 2020, mientras que el ala vigués Pola, el universal brasileño Gadeia y el meta Jesús Herrero prolongaron su vínculo contractual hasta 2021. No obstante, la dirección deportiva del conjunto madrileño sufrió un duro revés con la pérdida de Daniel Shiraishi. Un jugador vital en los esquemas de Jesús Velasco, que ha sido fichado por el Barça Lassa. Jugada maestra de los azulgranas, que se refuerzan con un ala-cierre ambidiestro de primer nivel y debilitan a su rival, que se empeña en no poner fecha de caducidad a un excelso y prolijo lustro de victorias y títulos.

De igual manera, como si fueran un banco, los azulgranas afrontaban en Almaty un test de estrés, una prueba de resistencia para determinar la capacidad de estabilidad de una entidad y sin su activo más valioso (Ferrao), la derrota en semifinales ante el Kairat (5-2) genera incertidumbre en su solvencia en plena recesión interista. No debemos obviar que el equipo de Andreu Plaza había logrado indicadores muy positivos como la Copa de España en Valencia o el título de Liga regular tras seis temporadas sin lograrlo. Es la tercera vez que el conjunto barcelonista se proclama campeón de la liga regular (2010/11; 2012/13; y 2018/19). En los dos precedentes, el equipo se acabó proclamando campeón de la LNFS.

Pero las estadísticas se rompen o se cumplen y el Barça Lassa volvió a caer con su bestia negra en Europa. En los dos precedentes contra el campeón kazajo, dos derrotas. La primera en las semifinales de 2013 en Tiflis (5-4); la segunda en la Final de 2015 en Lisboa (3-2). Y como no hay dos sin tres. Los culés se vieron sorprendidos por un Kairat, que no tuvo que monopolizar el partido con el juego de cinco de Leo Higuita, le bastó con ‘cortocircuitar’ a Dyego para sellar su pase a la gran final.

Fue únicamente la cuarta de 18 finales en la que no ha habido un equipo español, y la primera sin el Movistar Inter o el Barça Lassa desde 2013. Madrileños y catalanes se veían obligados disputar el partido por el tercer y cuarto puesto. La medalla de bronce fue para los azulgranas que ganaron (1-3) en un descafeinado simulacro de lo que será su próximo enfrentamiento: las semifinales de la Final Four de la Copa de S.M. El Rey en Ciudad Real el próximo fin de semana.

Además, cabe señalar que las derrotas de ambos en semifinales tienen un daño colateral añadido. Uno de los dos transatlánticos del Futsal español no estará en Europa la próxima temporada. Tras quedar el Barça primer clasificado en la LNFS y Movistar Inter cuarto, de superar el cruce de cuartos de final, se verían en una semifinal que otorgaría un pasaporte europeo, ya que los representantes de la LNFS en la UEFA Futsal Champions League 2019-2020 serán el campeón y el finalista.

En el juego de tronos final, el Sporting de Lisboa demostró que lo que te mata te hace más fuerte y superó la decepción de perder las dos últimas finales y gano su tercera consecutiva para ser el nuevo Rey de Europa por primera vez en su historia. Los Leones ya pueden sentarse en la misma mesa que su gran rival, el Benfica, que logró el título continental en 2010. Nuno Dias (al que mucho apodan como el Guardiola del Futsal) fue el gran triunfador con su apuesta por un juego ofensivo en el que tienen cabida tres pívots de primer nivel (Cardinal, Dyeguinho y Rocha) junto a alas verticales y dribladores. Una plantilla de primer nivel, perfectamente trabajada y que contó con la increíble actuación bajo palos del brasileño Guitta.

La victoria (2-1) frente al Kairat, primer equipo en alcanzar ocho Final Four en el formato actual, no debe oscurecer el mérito del campeón kazajo. El técnico brasileño Kaká dejó escapar la oportunidad de ser el primer entrenador en lograr el título europeo con dos equipos diferentes. Lo hizo con el todopoderoso Gazprom Ugra y ha estado a punto de lograrlo con un equipo que tenía menos nombres que otras temporadas, pero que demostró su grandeza y riqueza en otros aspectos. Otra certeza. Douglas Junior está plenamente recuperado de la lesión de rodilla que truncó su fichaje por el Barça Lassa el pasado verano.

Al margen de la decepción española en el primer torneo continental bajo la nueva denominación de la UEFA Futsal Champions League, Los 12.090 espectadores de la semifinal entre Kairat y Barça suponen un nuevo récord en la competición, mientras que los 11.973 son el máximo en una final. Los 7.031 del partido por el tercer puesto entre Inter FS y Barça fue el partido con más asistencia sin el anfitrión como protagonista. El acumulado de 37.794 espectadores también supone un nuevo récord tras 18 ediciones.

Y para finalizar, una reflexión. La vigencia del juego de 4, la implementación del uso del pivot, la corrosiva permisividad arbitral en la defensa con el uso de los brazos, empujones y bloqueos en un deporte que se juega con los pies y unas normas que pretendían democratizar y que han acabado anarquizando la esencia de este deporte, son debates de profundo calado que urge afrontar para preservar una de las principales señas de identidad del futsal: el espectáculo.


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