Es difícil que una startup alcance el éxito sin haber pasado por épocas mas o menos difíciles. Y casi ningún emprendedor tiene una trayectoria impoluta libre de fracasos o rechazos. Incluso los más grandes de la actualidad tuvieron momentos en los que mucha gente simplemente les dijo que «no» cuando buscaban financiación o apoyos. Fuera del ámbito tecnológico es bastante conocido que los originales de Harry Potter fueron rechazados por las editoriales más de una decena de veces –algunas veces con unas cartas realmente indignas– pero la mismísima J.K. Rowling no cejó en empeño hasta verlo publicado. Más cerca del ámbito de las startups tecnológicas no está de más recordar lo que les pasó a algunos de las grandes figuras de hoy en día y cómo reaccionaron.

Bezos

Jeff Bezos de Amazon. Aunque el concepto del comercio electrónico y las tiendas como Amazon hoy nos resultan obvias cuando la idea surgió en su cabeza el e-Commerce era prácticamente ilegal en Estados Unidos y estaba todavía por regular. Bezos estaba convencido de que eso cambiaría e hizo una lista de veinte tipos de cosas que se podrían vender en una tienda electrónica – para luego decidirse por los libros. Más de un año después de haber lanzado la web y con pocas ventas todavía le resultaba muy difícil conseguir financiación. Alguna vez ha contado que para el primer millón de dólares tuvo que asistir a 60 reuniones con inversores y ser rechazado en 40. Finalmente entre inversores de capital riesgo, amigos y familia –a razón de unos 50.000 cada uno– consiguió su objetivo. Además de esto tuvo que sufrir las amenazas de grupos como las librerías Barnes and Noble, de gran poderío, que veían amenazado su negocio tradicional. Pero finalmente encauzó el negocio, consiguió salir a bolsa y conseguir así la independencia suficiente.

2_Jobs

Steve Jobs de Apple. Tiene el mérito de haber triunfado no solo fundando una empresa sino tres distintas. Y como contrapunto, haber sido rechazado por su propia gente y despedido fulminantemente cuando su visión dejó de estar alineada con la del consejo de administración. Apple había salido a bolsa en 1980 y tanto él como Steve Wozniak (el cofundador) y Mike Markkula (el primer inversor) ya eran millonarios. Lidiar con el día a día era en parte aburrido y en parte complicado, de modo que se contrató a John Sculley –por aquel entonces directivo de Pepsi– para gestionar las operaciones y el márketing. El consejo tenía una visión más pragmática de la compañía, enfocada en las ventas y los beneficios – no tanto a las guerras estratégicas o filosóficas de la industria informática de los 80. Apartado del día a día Jobs tuvo que refugiarse en el desarrollo del Lisa y del Macintosh, lo que propició luchas de poder internas y finalmente su caída en 1985: literalmente le pusieron en la calle. Jobs volvió a arrancar dos compañías: NeXT y Pixar, e irónicamente obtuvo su dulce venganza cuando le ofrecieron regresar a dirigir Apple años después, a finales de los 90. Consiguió reflotar la compañía y con la llegada del nuevo siglo devolverla a su grandeza con el iMac, el iPod y el iPhone.

3_Chesky_Gebbi

Brian Chesky y Joe Gebbi de Airbnb. Los fundadores de la conocida empresa de alquiler de alojamientos turísticos tuvieron unos comienzos difíciles, que fue estupendamente retratada por Histografías de forma gráfica. Su proyecto nació como tantos otros por la necesidad de resolver un problema personal puntual, y luego surgió la idea de convertirlo en negocio. En 2008 visitaron a 15 inversores y todos rechazaron la idea, encontrándose en una situación en la que sencillamente no ganaban dinero. Incluso después de recibir los primeros 20.000 dólares de inversión en 2009 no generaban más de 200 dólares semanales. La clave fue cambiar de nombre (de airbedandbrekfast.com a airbnb.com) y dar más importancia a las fotos de los alojamientos. Tras un último rechazo en Nueva York consiguieron finalmente 600.000 dólares de Sequoia, para completar su serie A en 2010.

4_Musk

Elon Musk de Tesla y SpaceX. Es uno de los personajes más apasionantes del panorama emprendedor actual, pues participaron en la fundación de un buen número de compañías en las que los comienzos no fueron precisamente fáciles – más bien todo lo contrario. De algunas como Zip2 o X.com se recuerdan pocas cosas, excepto que X.com se cambió de nombre a Paypal y que él y los otros cofundadores tuvieron que luchar contra gigantes como Visa o eBay (que acabó comprándoles el proyecto). De PayPal también fue despedido – como en el caso de Jobs. En SpaceX tampoco lo tuvo fácil al principio: arriesgo más de 100 millones de dólares, no consiguió el apoyo de los rusos cuyos cohetes quería utilizar en una primera fase y varios de los primeros cohetes que fabricó explotaron – algunos con satélites de la NASA dentro. Como emprendedor inquieto fundó también la empresa de coches eléctricos Tesla –que arrancó mucho más despacio de lo previsto– y en plenos malabares invirtió en en SolarCity, un proyecto de energía renovable de su sobrino. Todo a la vez era tal vez demasiado y SpaceX estuvo a punto de tener que declararse en bancarrota – pero prácticamente en la prórroga consiguió un contrato con la NASA por 1.600 millones de dólares tras un cuarto lanzamiento exitoso; a partir de ahí todo comenzó a ir rodado. Musk todavía se angustia por lo cerca que estuvo de ver todos sus sueños destruidos cuando las cuentas de los diferentes proyectos no salían. Pero ahí está, explorando el esapcio y revolucionando la movilidad con sus coches eléctricos que conducen medio solos.

{Fotos: Jeff Bezos (CC) Jurvetson @ Flickr | Steve Jobs (CC) Matthew Yohe @ Wikimedia | Elon Musk Michelle Andonian @OnInnovation | Chesky y Gebbi @ Airbnb}


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