Hace unos meses os hablábamos de The Fancy, una red social que ha ido ganando notoriedad en los últimos meses y en la que puedes comprar productos, viajes e, incluso, ver las últimas novedades de tus marcas y tiendas favoritas. Y, por supuesto, compartir tus hallazgos para que otros amigos se hagan con ellos. Y es que estos “escaparates virtuales” crecen como la espuma, ¿O es que todavía no has oído hablar del social shopping?

El comercio social se va afianzando cada vez más y lo está haciendo gracias a plataformas orientadas a la recomendación. Ahora, eso de de entrar a una página online al uso, consultar el precio del producto que queremos adquirir y salirnos, ya no se lleva. Con la aparición de estas nuevas redes de compras, los consumidores se han afianzado como usuarios interactivos, que participan continuamente y a los que les gusta hacerlo.

¿Cómo lo hacen? Puntuando los productos que han visto, escribiendo opiniones, consultando dudas… Además, aportan sus recomendaciones y establecen conversaciones en línea con otros usuarios…. En definitiva, gracias a su participación activa nos ayudan a crearnos una opinión sobre aquello en lo que estamos interesados. Influyendo, incluso, a la hora de adquirirlo o no. Es la versión moderna del Word of Mouth.

Si nos paramos a pensarlo, la compra de un producto por recomendación ha existido siempre. ¿Quién no se ha decidido a comprar un producto con más ganas cuando un amigo nos ha dicho “me va genial, la mejor inversión que he hecho” A lo que hay que sumarle que, según la consultora Ernst & Young, más del 60% de los usuarios buscan en foros, blogs y redes sociales antes de comprar el producto que quieren. De ahí que hayan surgido numerosas plataformas que albergan el comercio electrónico y esa interacción de la comunidad, dando paso al fenómeno “Social Shopping”. Un fenómeno que también favorece a las tiendas, ya que les permite llegar al público que quiere comprar sus productos de una manera mucho más sencilla.

Algunas de las características comunes de estas redes sociales son las siguientes:
• Selección de tiendas, marcas o trendsetters (creadores de tendencia)
• Venta directa o redirección a tiendas.
• Presencia de expertos o blogueros.
• Posibilidad de aportar valoraciones sobre productos propios o de otras personas.
• Posibilidad de recomendar a otros amigos productos y estar conectados con Facebook y Twitter.

Hay muchas propuestas, pero una que destaca entre las más usadas tiene nombre propio: Pinterest. Cuenta con casi 30 millones de usuarios registrados, permite a los usuarios subir, guardar y ordenar imágenes. Y, como os adelantamos en enero, es la red social preferida por más del 80% de las mujeres.

Otras como Nuji permite obtener ofertas y descuentos al recomendar una determinada marca. También es posible hacerlo en Moodyo, que se basa en la venta de productos de tiendas externas y de otros exclusivos de tiendas propias. Pero, si lo que estás buscando son productos vintage o artesanos, Etsy es tu red social. Es lo último para encontrar productos únicos.

Una pequeña muestra del gran abanico que hay en la red. Y tú, ¿con cuál te quedas?


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