Cuando se crea un nuevo sitio web, especialmente si está orientado al comercio electrónico o a servir como sitio web corporativo, a veces olvidamos alguna de las ideas básicas que todo diseñador, programador o especialista en contenidos web debe tener en cuenta a la hora de su realización.

Es importante conocer todos esos detalles sobre todo para lograr que el trabajo esté sincronizado y aproveche todas las posibilidades de la red – y también para no cometer ningún error fatal. Por eso esta infografía que publicó Pixaal puede venir muy bien como resumen a la hora de hacer la «lista de chequeo» del sitio en cuestión: 26 cosas que tener en cuenta al desarrollar un sitio web.

Muchas de las ideas son autoexplicativas, pero he aquí un resumen de lo más relevantes, de las que ya hemos hablado alguna vez por aquí:

  • Dominio. El dominio de Internet en el que se aloje el proyecto debe ser corto, fácil de recordar y escribir y reconocible por el público, si es necesario, dejando de lado otras consideraciones de «marca» que puedan resultar poco prácticas. La combinación óptima une marca y dominio. Los .com .net y .org mandan. Y si se pueden comprar otros dominios locales para complementarlos (y protegerlos) mejor que mejor.
  • Alojamiento. Se puede empezar con un alojamiento pequeño y barato, con una capacidad razonable, siempre que garantice una buena velocidad. Pero si está previsto que pueda haber «picos» con muchos visitantes es mejor optar por algo más grande o por un alojamiento en la nube que crezca según las necesidades sin grandes traumas. Casi todas las empresas de alojamiento, como Amazon, Telefónica y muchas otras, tienen excelentes soluciones de este tipo. La tecnología no debe ser una limitación.
  • Propósito. ¿Se trata de un sitio para vender, corporativo, informativo? Es mejor elegir un solo objetivo y centrarse en él; incluir demasiadas áreas o contenidos mezclados puede ser contraproducente si no se hace bien – y siempre existe la posibilidad de añadirlos en otras webs más adecuadas, por ejemplo separando la tienda de la zona corporativa de la empresa si se usan varias marcas.
  • Contenido. Lo más importante de una web es un contenido bueno e informativo. Es bueno para el usuario, es apreciado por los buscadores como Google y atraerá más visitas (y ventas). Aderezado un diseño adecuado, buenas fotografías, colores apropiados y una navegación fácil de usar puede ser suficiente para impulsar cualquier buen producto.
  • Botones y enlaces sí, pop-ups no. Los enlaces y botones atractivos que indican al usuario cómo «hacer algo» (las famosas «llamadas a la acción») funcionan estupendamente. En cambio abrir ventanas superpuestas (pop-ups) es lo más molesto que un visitante se puede encontrar.
  • Frescura. Los buenos sitios se mantienen frescos actualizando sus contenidos. Incluso aunque el interior no cambie mucho el hecho de destacar unos días unas secciones y otros días otros llamará la atención de los visitantes.
  • Diseño adaptable. Hoy en día es casi suicida no tener un sitio adaptado adecuadamente para dispositivos móviles, sobre todo teniendo en cuenta los altos porcentajes de visitantes que lo utilizan como sistema principal de navegación (30, 40 e incluso más del 50 por ciento). La web ideal debe funcionar tan bien en un teléfono móvil como en un ordenador.
  • Iconos sociales. Compartir es vivir, también para los sitios webs. Cuando es adecuado, incluir iconos para compartir los contenidos en Twitter, Facebook, Instagram u otras redes sociales puede ser una buena forma de dar los contenidos a conocer y vender más.
  • Analíticas. Incorporar un sencillo código de analítica (Google Analytics, StatCounter) permite saber qué sucede en el sitio web cada día y cómo se comportan los visitantes.
  • Registro. Mantener un registro de los visitantes debe ser opcional pero a la vez atractivo. Se les puede enviar boletines, ofertas y otra información relevante. El diseño de los formularios debe hacer que se puedan rellenar en uno o dos minutos como máximo, o huirán atemorizados.

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