Cada vez somos más electrónicos. Es una evidencia imperante que se constata solo con mirar los resultados de e-commerce del pasado ejercicio. El consumidor ha ganado confianza en la red, Internet amplía cada día su oferta y el número de transacciones electrónicas se multiplica exponencialmente.

De acuerdo, la red es un futuro tan próximo que ya pasa por presente. Sin embargo, seguimos manteniendo un pie en el offline. Y, lo más curioso, a pesar de la persistencia de las tiendas físicas, son muchas las que han adaptado su actividad al mundo virtual. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio de Mastercard que lo deja claro: el 30% de los comerciantes europeos ya se han adaptado a vender con la «e» delante.

Lejos de ser rivales y a pesar de las ventajas del online, el mundo comercial real y virtual se dan la mano.Tanto que se han convertido en complementarios: a pesar de los buenos datos de compras electrónicas, continuamos conjugando lo mejor de ambos mundos a la hora de comprar. Según Mastercard, continuamos integrando experiencias de compra online y offline a pesar de haber evolucionado como consumidores hacia Internet. Un modelo de consumo multicanal basado en gran medida en una de las ventajas fundamentales de la red: las ofertas y oportunidades de compra (no olvidemos la importancia de las ventas flash) que un mismo producto puede tener en Internet.

Tanto es así que, según un estudio reciente de comScore, uno de cada dos usuarios de smartphones en el Reino Unido realizaron al menos una compra online mientras estaban en una tienda física. Mastercard lo tiene claro: el comercio se está adaptando a la progresiva tendencia de comprar en online lo que previamente hemos visto en una tienda tradicional, o por el contrario efectuar la compra en una tienda física previa comparativa de su coste en online.

Sin embargo y a pesar del ancla echada en el mundo físico, según Mastercard, la compra online se ha convertido ya en el sistema favorito de muchos consumidores. Por un lado porque, según la compañía financiera, la red permite multiplicar por 16 las oportunidades de elección de compra. Hablamos de que Internet no entiende de fronteras y que, precisamente por eso, es posible acceder a tiendas internacionales a golpe de click. Algo inaccesible de otra manera y que, además, cuenta con las redes sociales parte de su éxito.

Porque es innegable: el Social Shopping ya es en sí mismo un canal complementario tanto para la compra tradicional como para la online. Un motor de decisión de compra en el que la reputación online de un e-commerce, la opinión de amigos,la reseña de otro cliente o una oferta puntual sobre un producto demandado pueden ser claves para multiplicar las opciones de éxito de un e-commerce.

En nuestro país, el estudio de Mastercard demuestra que estamos a la altura de Europa. Nos hemos subido al carro de comprar a través de la red pero sin abandonar el sistema tradicional de comercio, comparamos precios entre online y offline, y confiamos más en la seguridad de unas compras que hemos segmentado por intereses. Un buen ejemplo, en resumen, de que España no solo no se queda atrás sino que, además, crece en ventas virtuales. Buen síntoma, sin duda.

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Photo Credit: Stuck in Customs


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