Tom Waddington, un desarrollador del site Cut Cut + Keep, encontró hace unas semanas escondido en el Javascript (el lenguaje de programación) de Facebook el código del que parece ser un nuevo botón que estaría probando la compañía de Mark Zuckerberg: el ‘Want’.

“Siempre estamos buscando nuevas aplicaciones para la plataforma, pero por ahora no tenemos nada nuevo que anunciar”, ha afirmado un portavoz de la red social. La palabras suenan a una confirmación implícita, más aún cuando los conocedores de los entresijos de esa compañía vienen apuntando que Facebook busca nuevos ingresos, más allá de su inestable mercado publicitario y pretende encontrarlos en el social commerce.

“De hecho, el código contiene referencias directas al social commerce, lo que demuestra que por ahí van los tiros –afirma Waddington en la web Masable–. Al igual que se comparten en esa red la música, los vídeos y las noticias, Facebook está planeando permitir a sus usuarios compartir ‘Wants’ y ‘Purchases’ (compras), que irían desde juegos hasta donaciones”.

En efecto, con ese botón podrías añadir a una lista virtual propia productos que desearías adquirir o compras ya realizadas desde esa plataforma, y compartirlos con tus amigos. Imagina que te gusta una cámara que ves en Facebook, pulsas ‘Want’: tus contactos ya conocen lo que te gustaría comprar, pero la empresa que ofrece el producto también, de modo que puedes recibir ofertas o descuentos para que termines consumiendo. Tus amigos pueden seguir el mismo camino… Una ‘compra social’ de la que Facebook sacaría porcentajes de comisión con los que alimentar su cuenta de resultados.

“Considerando el gran impacto que la música de Facebook ha tenido en Spotify y la integración de noticias en sites como Yahoo, parece lógico que el foco ahora se ponga sobre el social shopping. Pero lo que distingue a Want es que no integraría productos en la plataforma, sino que los haría visibles en ella, siendo de alguna manera controlados por Facebook, de tal manera que daría a las firmas un puesto Premium, algo parecido a una unidad de ‘Productos Trending’”, concluye Tom Waddington.

El interés que tendría para las empresas estar en semejante escaparate parece evidente, lo que invita a pensar que darían un porcentaje de sus ventas a cambio de la viralidad que supuestamente les proporcionaría. Porque no hablamos de publicidad, hablamos de recomendaciones de compra, una herramienta muchísimo más efectiva que los anuncios.

Otros indicios apuntan a ese camino por el que pretende transitar esa red social. Telefónica anunciaba hace unos días que había alcanzado un acuerdo con Google y Facebook para que las compras que se realicen en esas plataformas pueden sumarse a la cuenta del teléfono del usuario. En definitiva, más facilidades para que el consumidor conciba esas compañías también como colosales tiendas online con millones de consumidores siempre en contacto entre ellos.


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