Modificar hábitos, cambiar nuestra manera de entender el mundo y estar más conectados. Las redes sociales han cambiado nuestro consumo de Internet, la manera de comprar e incluso la forma en que nos relacionamos. Un auténtico terremoto social que, lejos de ser una moda pasajera (no hay más que echarle un vistazo a sus comportamientos en la red), se consolida día a día como un nuevo escenario social pero también económico.
Tal es su influencia en nuestras vidas que bien podríamos decir sin miedo de equivocarnos que han generado una nueva categorización de solución a nuestras necesidades. Necesidades tanto reales como simplemente emocionales que, incluso en ocasiones, encuentran su respuesta en las redes sociales. Una auténtica Pirámide de Maslow (una de las teorías y metodologías más asentadas de la Psicología) que, a día de hoy, se entiende de otra manera: desde el punto de vista de las plataformas sociales.
Y es que, más allá de las necesidades fisiológicas básicas que estipulaba Maslow (y para las que las redes sociales pueden ser apoyo pero no respuesta), gracias a esta infografía de Lombok Design y Social Media TIC´s and Training, es posible darse cuenta de que a día de hoy hay una red social específica para darle cobertura a todas las necesidades emocionales que describió allá por 1943 el padre de esta jerarquía emocional. Una respuesta convertida en plataforma social para cubrir las carencias u objetivos humanos que componen y marcan la psique.
Así, y partiendo de las necesidades emocionales más básicas, nuestra necesidad de seguridad se vería cubierta por Linkedin: un auténtico apoyo no solo para la confianza personal pero también la laboral, familiar y de recursos económicos que pautaba Maslow en la pirámide original. Nuestras necesidades y aspiraciones de pertenencia (sustentadas en emociones y sentimientos como la amistad o la familia) encontrarían respuesta gracias a Facebook (una red pensada en origen por y para compartir información personal y vida privada que tiene visos de convertirse, además, en un canal perfecto para el e-commerce) y G+.
En la parte alta de la pirámide, los dos bloques estratégicos que para Maslow marcaban una sana y correcta salud emocional también encuentran respuesta en el mundo online. Por un lado, nuestras necesidades de estima cuentan con Twitter como apoyo ya que es el canal ideal para fomentar la autoestima, la confianza y el respeto tanto propio como hacia los demás (un canal que puede generar también cierta frustración, ya que su éxito radica en hacer crecer la telaraña de seguidores). Por otro lado, y como rey indiscutible de nuestras emociones, la auto realización también tiene sus aliados: las herramientas de blog (WordPress, Tumblr y Blogger) serían el canal perfecto para fomentar nuestra necesidad emocional de creatividad, espontaneidad y aceptación de los hechos.
Foto | Efecto Bellido
Infografía | Lombok Design y Social Media TIC’s and Training
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