Seguro que has leído o escuchado hablar mucho en años anteriores sobre esto mismo: que ya se iba a poder pagar con el móvil en cualquier sitio, o que las tarjetas de crédito físicas se iban a acabar.

No pasó todavía, y a pesar de que sí se podía pagar físicamente con el móvil mediante NFC, la realidad es que hoy en día casi nadie lo hace. Y cuando decimos casi nadie, nos referimos a que la inmensa mayoría de la población no sabe que se puede pagar con el móvil, o no sabe cómo se hace, o simplemente no quiere hacerlo, o tiene sus dudas.

Tenemos la tecnología, tenemos los TPV, ¿qué falta?

La tecnología para el pago vía smartphone es posible y viable, está más que probada y es totalmente segura. Y no solo eso, con la llegada de los wallets, las carteras virtuales, la comodidad para el usuario es máxima a la hora de realizar el pago.

Por otro lado, existían puntos de venta con TPV preparados para recibir pagos a través del smartphone, sin necesidad de presentar ni tarjeta, ni documento de identidad, ni siquiera de firmar nada. Y este año hay todavía más puntos en los que se puede pagar con estos sistemas, además de tener todavía más oferta en cuanto a opciones de pago.

El problema sigue siendo el de siempre: la percepción del usuario acerca de la seguridad, algo que solo se puede superar gracias a la información.

Apple-Pay

Lo cierto es que la seguridad como tal es y será mucho mayor que la que podemos tener a la hora de entregar una tarjeta de crédito a una persona que se la lleva de nuestra vista. Este es un ejemplo clásico, pero muy claro sobre cómo un acto tan simple como pagar con la tarjeta en un restaurante puede ser menos seguro que pagar a través del móvil, aunque parezca lo contrario.

En el caso de Apple Pay, por ejemplo, no es necesario identificar al comprador, ni pedir ningún documento. Es el propio software el que ya ha pasado por todos los filtros de seguridad la información que incluimos para verificar la validez, por tanto ya no hay tanto lugar para el fraude.

Si hablamos de Android Pay, se añade una capa más de seguridad al convertir la información real de la tarjeta de crédito con la que se realiza el pago en un token, es decir, información que no se puede relacionar de manera sencilla con la real. Así, el sistema envía un número de cuenta virtual para evitar cualquier ataque.

Entender los mecanismos que se utilizan con estas plataformas de pago móvil es la única manera de adoptarlas como una opción segura, simple, y universal. ¿Será 2017 el año de los pagos con el móvil? Si se informa muy bien al consumidor, puede que esta vez sí sea el año.

Vía | Ecommerce News


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