Todavía tenemos (muy) frescas las imágenes en la memoria de la Selección española levantando la copa de campeones del mundo en Pekín. Y de todo el campeonato, me atrevería a decir. De cómo arrancaron los de Scariolo el campeonato, con dudas ante las ausencias importantes de Pau Gasol o Sergio Rodríguez, hasta el partido de la final en el que España dominó desde el principio hasta el final a Argentina.
Llegó el momento en el que Rudy Fernández levantaba el trofeo como capitán. El dato es curioso porque tan solo él y Marc Gasol, segundo capitán, participaron en el primer oro mundial que había logrado España hasta la fecha: 2006 en Japón. Es decir, son los dos únicos jugadores españoles que tienen dos mundiales en su haber personal. Y también son de los pocos del mundo en conseguirlo: Divac, Bodiroga, Tomasevic, Curry o Derrick Rose son algunos de los bicampeones del Mundo.
La hazaña habla mucho y muy bien sobre Marc y Rudy. Es una clara demostración de su compromiso y trabajo duro. Ambos han sabido dosificarse y sacar lo mejor de sus capacidades en un torneo que ha sido especialmente exigente, y ambos con el punto común de contar con el extra de motivación que da haber ganado las respectivas ligas, ACB y NBA con sus equipos, Real Madrid y Toronto Raptors.
Pero analicemos un poco más en detalle su camino entre uno y otro mundial. Rudy Fernández llegó al Mundial de Japón tras 8 años de verdinegro cogiendo galones poco a poco en el DKV Joventut. Se convirtió en el sexto mejor hombre al lograr el oro. Dos años después (2008) se marchó a probar suerte en la NBA. Su mejor versión volvió con su regreso a Europa, con el Real Madrid, club con el que lleva 13 títulos ganados. Y, precisamente, 13 años después del primer oro, llega a China como el capitán de una selección rejuvenecida pero con el mismo hambre de títulos que siempre ha tenido, independientemente del roster que la forme. Es el enlace generacional entre los juniors de oro de Japón y los campeones de China.
El juego de Rudy Fernández ahora es mucho menos espectacular en ataque pero más efectivo en defensa. El cinco de España se ha volcado en su faceta como gran defensor, sin dejar de lado sus triples y su descaro en ataque. Ahora, Fernández tiene más visión periférica de juego y está atento a cada jugada, lo que le ha consolidado como uno de los mejores recuperadores del equipo.
Marc Gasol ha vivido un cambio más impresionante todavía en la última década, ya que en aquel Mundial de Saitama no fue ni mucho menos determinante. Le recordamos con aquella sonrisa inocente y los kilitos de más, de los que él mismo ha hecho ‘memes’ en sus redes sociales. Cobró más protagonismo en la pista al lesionarse su hermano Pau, para terminar dedicándole el triunfo, como el resto del equipo. Después del mundial se marchó a la NBA el mismo año que Rudy (2008) y allí su progresión ha sido brutal.
El pívot de los Raptors se ha convertido en un referente en la pintura. Un cinco solvente y con galones que se ha ido ganando a base de trabajo y dedicación. Su recompensa ha sido su primer anillo de campeón de la NBA con los de Toronto y, casualmente, también ante las órdenes de Sergio Scariolo. Ha explotado su potencial físico, se ha convertido en un jugador atlético pero con gran fuerza física que le permite pelear cada balón balón bajo el aro, pero también ha entrenado su tiro de tres, que le ha aportado más versatilidad en la cancha. Todo ello con una visión de juego espectacular.
Marc y Rudy han liderado a la Selección en los peores momentos, como el duro partido contra Australia, en el que se jugaban la presencia en la final. Lo lograron. Con casi 40 minutos en la pista cada uno, juntos disputaron la final del campeonato, convirtiéndose en los dos únicos jugadores españoles con el título de bicampeones del Mundo. Y Marc, además, en el segundo jugador del panorama internacional en lograr anillo de la NBA y Mundial en el mismo año. Solo Lamar Odom lo ha conseguido antes que él, en el año 2010.
Y de ahí, una nueva temporada se les abre camino a los dos, para que sigan cosechando títulos a nivel personal hasta que vuelvan a juntarse en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020.
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