De la vida saludable a la movilidad sostenible

En un mundo cada vez más comprometido con las políticas medioambientales, no hay ninguna actividad relacionada con el bienestar que no esté interconectada con otras muchas. Ocurre lo mismo con la movilidad sostenible, un fenómeno, todavía en vías de desarrollo, que tiene como origen las prácticas relacionadas con la vida saludable y todas las políticas encaminadas a promover el ecologismo y evitar la contaminación.

Así se pone de manifiesto en el informe «Una guía para una vida más saludable y sostenible» presentado por DKV Seguros y la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), donde se realiza un repaso por distintas iniciativas colectivas orientadas a minimizar el impacto ecológico de la actividad diaria de las personas y donde la eMovilidad cumple un papel tan relevante, como estimulante. En el estudio se detalla la evolución desde la práctica de opciones de vida responsable (hábitos y consumo saludable, ahorro de recursos o reciclado), que se pueden llevar a cabo de forma individual, hasta la puesta en marcha de opciones colectivas, con mayor impacto en la sociedad.

De hecho, el compendio de iniciativas se estructura en torno a varios bloques temáticos: energía, cambio climático y huella de carbono; movilidad sostenible; consumo colaborativo; alimentación, salud y medio ambiente; y economía y compras verdes. Las páginas referidas a la eMovilidad se centran en ir más allá de la utilización exclusiva del vehículo privado. Se plantean alternativas saludables como caminar y sus beneficios para la salud y el entorno, los caminos escolares para recuperar la pérdida de autonomía infantil en la ciudad, los beneficios para la salud y el medio ambiente del uso de la bicicleta, o las nuevas fórmulas de coche compartido que ya están funcionando.

Cada uno de estos apartados ofrece una visión integradora e interdependiente. Así, todas las prácticas contribuyen a mejorar la salud de las personas, son sostenibles porque cuidan y mejoran el planeta y son innovadoras socialmente porque proporcionan soluciones novedosas a problemas, desafíos o necesidades de salud y ambientales.

El informe las resume visualmente como iniciativas IS3, buenas tanto para la sociedad como para el planeta. Aunque promueve la práctica individual, el informe concluye dejando claro que las iniciativas abordadas desde lo colectivo, como es el caso de la movilidad sostenible, tienen más fuerza transformadora, animan y motivan más a las personas, hacen los cambios de comportamientos más consistentes y duraderos, crean contextos sociales favorables y favorecen el aprendizaje social.

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