Los vehículos conectados ofrecen muchas ventajas directas a los conductores: información del tráfico, avisos sobre radares y cámaras de vigilancia, lugares de aparcamiento libres o la información meteorológica. Pero los datos que almacenan
también pueden suponer otros beneficios indirectos que se pueden cuantificar – especialmente en dinero.
Uno de estos casos es el de las empresas de seguros que están comenzando a ofrecer pólizas en función de las características del conductor y su comportamiento al volante y no solo en datos demográficos como si es hombre, mujer o en qué ciudad vive. Para ello utilizan los datos de telemetría de los coches inteligentes, que básicamente almacenan información sobre cuántos kilómetros se recorren, en qué días, a qué horas e incluso a qué velocidades. Son auténticos tacógrafos digitales asociados a cada conductor, que –si uno no tiene problemas de privacidad en compartirlos– pueden suponer un descuento en las pólizas anuales.
La forma en que funciona esta selección personal es clasificando a los conductores en categorías un poco más «abstractas» de lo normal, con términos como expertos, precavidos, diurnos… Cada una lleva ciertas características asociadas, como la antigüedad del carnet, el número de accidentes, la velocidad a la que circulan por ciertas vías… También se puede saber si conducen los días de diario o los fines de semana (y a qué horas), si hacen principalmente recorridos por la ciudad o viajan a menudo, o incluso si realizan las recomendables paradas cada 2 horas o 200 km.
Si los conductores fueran conscientes de los «grandes porcentajes» que marcan los principales tipos de accidentes graves evitarían por completo el alcohol, las carreteras secundarias, superar los límites de velocidad y los horarios nocturnos (el sueño y la fatiga en general). Además de esto, quienes conducen en las mejores condiciones –a la velocidad óptima y por las rutas más directas– ahorran combustible y son más respetuosos con el medio ambiente, otro factor que mucha gente valora hoy en día.
Algunas empresas como Octo están ya ofreciendo estas «pólizas a medida» basándose en los kilómetros que se recorren y el «estilo de conducción». Es un movimiento que hace años hubiera sido impensable pero que hoy en día es cada vez más factible y que suena de sentido común para quienes no tengan reparos en «canjear sus datos» por unas mejores tarifas.
{Foto: Tesla Model S digital panels (CC) Mariordo @ Wikimedia}
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