No hablamos hoy de imagen corporativa, ni de logotipos creativos, ni de una estupenda ventana de presentación. Estos son elementos de gran importancia en la capacidad para atraer al cliente a los productos de una empresa de comercio electrónico. Pero si una vez que el usuario ha llegado al artículo que desea, la imagen que acompaña al mismo no es de buena calidad o no refleja fielmente sus características, los pasos anteriores no habrán valido para nada. Por ello, la creatividad y objetividad de las fotografías son elementos que no debe ser infravalorado.
Hay que partir del hecho de que los clientes de e-commerce, cada vez más numerosos, no pueden tocar ni observar de primera mano la calidad de los productos. Su fotografía es su forma de presentarse al usuario. Con el objetivo de que el poder de esta imagen esté al servicio de la atracción y la persuasión, se pueden tener en cuenta algunos consejos muy útiles, que también requieren de presteza y profesionalidad.
No es tan obvio, por ejemplo, destacar que las fotografías que utilicemos tienen que ser de una alta calidad y resolución. Las consecuencias de la imagen pixelada o borrosa de un producto son desastrosas, porque el usuario probablemente dejará de revisar el resto del catálogo online. También deben ser de un tamaño suficiente para que se aprecie bien el producto, pero que al mismo tiempo no ocupen mucho espacio y se carguen rápido, por si los internautas desean almacenarlas.
La mayoría de negocios de e-commerce sobre productos electrónicos, ropa, electrodomésticos o incluso productos de supermercado han ido mejorando la calidad de sus fotos a través de los años. Lo más práctico es utilizar un efecto de lightbox para ofrecer primeros planos de sus artículos una vez que el usuario pinche en la foto. De esta manera se suple la imposibilidad de que el cliente toque los productos.
Por supuesto que la optimización y calidad de las fotografías dependerá del artículo que se esté ofertando. De este modo, en una tienda online de muebles, es conveniente mostrar varias imágenes con diferentes perspectivas del producto; en el caso de una joyería, lo ideal es apostar por imágenes nítidas y brillantes, mientras que en el sector textil, marroquinería y complementos, la elección de modelos será fundamental. Al final, se trata de conocer al futuro comprador, identificarse con él y ofrecerle la posibilidad de observar un producto real y atractivo.
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