Hace poco Avis, la conocida empresa de alquiler de vehículos, anunciaba la compra de Zipcar, una pequeña empresa dedicada al alquiler compartido de coches, en una operación valorada en 500 millones de dólares.

La idea detrás de Zipcar es optimizar el uso de los vehículos de su flota, y en lugar de alquilar por días, que es lo tradicional, el usuario lo que hace es usarlo sólo el tiempo que lo vaya a usar y, además, recogerlo en el punto más cercano a su situación. Una información a la que accede desde la página web, un móvil o una tablet.

Esto permite a Zipcar dar servicio a un número igual o mayor de clientes que usando el método tradicional, y optimiza el uso de estos vehículos.

Si a este alquiler «a ratos» se le añade el compartir coche, puede ser una idea muy interesante para empresas que tengan sus instalaciones en el extrarradio y a las que el transporte público no llegue o no lo haga con la frecuencia deseada. En lugar de tener que organizarse los empleados para usar sus coches particulares, bastaría con utilizar los de Zipcar que, con unos horarios convenientemente organizados, podrían permitir usar menos coches al día.

De hecho, Zipcar calcula que cada uno de sus coches equivale a veinte coches particulares o de uso tradicional que no circulan, lo que implica menos atascos, menos contaminación, y menos consumo de combustible.


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