Harken

El Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) trabaja en el desarrollo de un tejido inteligente que, aplicado a ciertos componentes del vehículo, es capaz de detectar cuándo el conductor está fatigado o somnoliento para lanzar un aviso que le recomiende detenerse para descansar. Denominado dispositivo Harken está actualmente en fase de prototipo y se ha probado en circuito cerrado para comprobar su efectividad.

El caso es que, según los estudios, más o menos entre el 20 y el 35 por ciento de los accidentes mortales tienen a la fatiga y la somnolencia como una de las causas. La idea es dotar a los vehículos de un sistema «no invasivo» que permita detectar esa peligrosas situaciones para evitarlas en lo posible. Hasta ahora no se había podido hacer con cierta precisión dado que los sensores son muy sensibles a los movimientos –en este caso a los traqueteos y vibraciones del coche– y no se podrían obtener datos suficientemente fiables. Según los investigadores, el nuevo dispositivo proporciona datos «como los de un laboratorio» con nada más que abrocharse el obligatorio cinturón de seguridad.

El secreto del invento está en que el tejido del que están fabricados el cinturón y el asiento es capaz de captar los datos relativos al movimiento y de ahí inferir dos valores: la actividad respiratoria y la frecuencia cardíaca. Esa información se envía a un pequeño ordenador o «unidad procesadora de señales». Estudiando la gráfica que forman esos valores con el paso del tiempo se puede anticipar cuándo el conductor está entrando en un momento de fatiga que pueda hacer peligrar su atención.

La clave es que el software de la unidad inteligente cuenta con algoritmos capaces de ignorar los movimientos del conductor, las vibraciones y otros similares, quedándose con los datos realmente relevantes.

La parte que todavía se desconoce es cómo será el comportamiento de los conductores cuando vean la señal de aviso «¡Tiempo para el descanso!» en el salpicadero. Si el sistema es fiable y se emplean avisos visuales y sonoros llamativos, como sucede actualmente con los cinturones de seguridad del conductor y los acompañantes, puede ser altamente eficaz en evitar las situaciones de peligro.

En las pruebas preliminares, el sistema ha funcionado satisfactoriamente. El siguiente paso es probarlo con tráfico y «carreteras reales» para analizar su comportamiento. De este modo, la causa que hay detrás de la tercera parte de las muertes y la discapacidad en todo el mundo –según los datos de sus inventores– podría pasar a la historia.


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