Aunque hay muchas películas sobre startups y también bastantes documentales el mundo de las series no es tan propicio para contar la historia de pequeñas empresas nacidas desde cero, y menos si son de un ámbito tan peculiar como el tecnológico. Con dos honradas excepciones (Halt and Catch Fire y Silicon Valley) hay que rebuscar bastante y ser un poco flexible para encontrar más, pero hemos conseguido hacer una selección que sirve tanto para entretenerse como para inspirarse:


Halt-and-Catch-Fire

Halt and Catch Fire (2014, AMC) (4 temporadas de 10 episodios). Es sin duda la mejor expresión de la evolución de las startups recreada a través de una historia con grandes personajes y mejores actores. Está ambientada en los años 80, cuando IBM lanza el primer PC y los otros fabricantes comienzan a crear lo que se llamaron «ordenadores clónicos». Con un ingeniero, dos programadoras y un genio del marketing como principales protagonistas la serie va narrando paso a paso las dificultades y superación de cada invento, desarrollo y problema – clásicos inicios en garajes incluidos. Como la primera temporada fue un gran éxito la serie tuvo continuidad, de modo que en las siguientes los protagonistas montan nuevas startups –esta vez en la época de los primeros videojuegos– y viven la llegada de los servicios online y, naturalmente, Internet. La evolución de la serie es prodigiosa, como también la de sus protagonistas: personajes que crecen y crecen y a con los que es inevitable identificarse en algún aspecto. Es la recreación más auténtica de las épocas doradas del hardware, el software e Internet en Silicon Valley, casi un documento histórico. Engancha, educa y no aburre.

 

SiliconValley

Silicon Valley (2014, HBO) (5 temporadas de 10 episodios). Es la más divertida y alocada. Una auténtica obra maestra del humor acerca de la vida en Silicon Valley desde el punto de vista de una pequeña startup y sus empleados: un programador metido a CEO, un novato ascendido a responsable de operaciones, dos programadores absolutamente geeks y dos inversoras de capital riesgo un tanto peculiares. Con muchos más estupendos personajes secundarios cuenta cómo un programador crea Pied Piper, una startup de absurdo nombre y más absurdo logotipo para desarrollar su software de compresión de datos; el camino le llevará a los proyectos P2P e incluso a crear una nueva «Internet distribuida». Mientras tanto, ha de enfrentarse a la realidad: vivir al estilo «incubadora» con unos compañeros de piso insoportables, entrevistarse con inversores, sufrir todo tipo de acosos legales y problemas con las patentes… y sufrir el azote de Hooli, la megaempresa imaginaria que parece una combinación de Google + Facebook, con un estrafalario CEO que parece un híbrido entre Steve Jobs, Larry Ellison y Jeff Bezos. Todo está salpicado con infinidad de detalles sobre la vida cotidiana: desde el mobiliario de las oficinas a las tendencias en las fiestas, los coches eléctricos o las «vidas de trabajo al 200% dentro de una caja». Quienes viven en startups en Silicon Valley han llegado a decir que es una serie tan realista que asusta, lo cual puede tener muchas lecturas: que la realidad a veces es tan absurda como una serie de ficción y humor o que sus creadores han sabido capturar a la perfección la esencia de las startups de Silicon Valley.

 

Startup

Startup (2016, Crackle + Amazon) (2 temporadas de 10 episodios). A pesar del nombre, esta peculiar serie trata sobre un proyecto emprendedor en forma de startup un tanto… peculiar. Básicamente la idea es crear el «Crimen Organizado 2.0»: más concretamente cómo blanquear dinero utilizando nuevas tecnologías. La empresa, llamada GenCoin, surge de la unión de tres extraños: un banquero, un hacker y un mafioso, cada uno de los cuales tiene sus propios intereses. Lo curioso es que dejando aparte lo (ejem) ilegal del transfondo el proceso es básicamente el mismo que siguen muchas nuevas empresas, y la narrativa da de ese modo para más acción y situaciones que resolver – desde luego más que si estuvieran todos trabajando 18 horas al días en una oficina comiendo pizzas. Los actores además son estupendos y en general está muy bien valorada por la crítica. Probablemente es una buena serie para ver con la pareja si no le interesa tanto los proyectos de startups y prefieren una serie más convencional con «malos» y agentes del FBI.

 

MisterRobot

Mr. Robot (2015, Universal/NBC + Movistar) (3 temporadas de 10 episodios). Es difícil calificar esta serie como algo muy centrado en las startups, porque toca muchos palos, pero desde luego el entorno en el que se desarrolla no resultará raro a quienes estén interesados en las startups tecnológicas, las redes sociales e Internet. El protagonista es un superhacker que trabaja en una empresa de seguridad de día pero como «justiciero» de noche. Es detectado por otros expertos en seguridad y comienzan los problemas, pero se une a un grupo underground que lucha contra las megacorporaciones y el sistema económico mundial – una especie de Anonymous. El ambiente es oscuro, lleno de acción y mundos como el de las drogas y los problemas mentales – algo que da mucho juego en el desarrollo de la historia. Quizá lo más interesante es observar las técnicas de ingeniería social y seguridad informática que se utilizan en la «lucha en las redes» de la serie para entender qué se puede hacer y qué problemas hay que prevenir. O analizar las diferencias entre el grupo de hackers solitarios y caóticos en comparación con el de las megacorporaciones a las que abordan, mucho más convencionales. La serie está muy bien asesorada y no se inventa demasiadas cosas imposibles, lo cual siempre es de agradecer.

MadMen

Bonus: Muchos emprendedores de startups consideran también que Mad Men (7 temporadas de 13 episodios) debería también estar en una lista como esta, aunque trata principalmente de empresas gigantescas y del mundo de la publicidad. Lo cierto es que su valor artístico, guión, ambientación y actores la han colocado en la lista de las mejores de la historia. Así que le haremos un huequito.

No se puede terminar esta lista sin mencionar algunas otras series que entran en el terreno de los realities televisivos pero que están bastante relacionadas con este tema: está Planet of the Apps, donde los emprendedores presentan proyectos sobre apps que un jurado de famosos evalúa y en el que se involucran (con dinero real) durante seis semanas. A pesar de estar respaldada por Apple no tuvo muy buena acogida. Shark Tank, en cambio, lleva 9 temporadas y casi 200 episodios con un formato similar pero con proyectos de negocio de todo tipo –no solo apps– y gusta bastante al público. Del mismo estilo es The Profit, donde el protagonista es Marcus Lemonis, un inversor que cuenta con un fondo con 2 millones de dólares que también invierte en los proyectos seleccionados entre los que le presentan. Lleva cinco temporadas en antena. Tampoco se puede dejar de mencionar que en España TVE emitió Tu oportunidad, una idea similar que fracasó estrepitósamente en medio de polémicas por los «simulacros» de financiación y por parecer más un circo que un programa serio; no pasó de la primera temporada.


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