Un espigado ala de Montcada i Reixach es la gran novedad en la última lista de la Selección
Española. A sus 21 años, Sergio González afirmó que “cumple un objetivo que perseguía desde
niño”. El jugador barcelonés sabía que fichando por el Aspil Vidal Ribera Navarra tendría más
posibilidades de cumplir su sueño. El equipo de Tudela se ha convertido en una forja de talento en
la Liga Nacional de Fútbol Sala, en la que su técnico José Lucas Mena, Pato, va puliendo las
aristas de diamantes en bruto como el ‘21’ naranja.

Con su estreno en la selección absoluta frente a Rumanía en la localidad rumana de Odorheiu
Secuiesc el próximo 29 y 30 de octubre, Sergio González confirma el gran potencial que se le
presuponía a uno de los jugadores revelación de la LNFS. La Roja no será extraña para él, tras
haber sido ya internacional Sub-19 y Sub-21, precisamente a las órdenes del actual seleccionador
Fede Vidal, que le conoce a la perfección y que le ha incluido en el proceso de renovación del
combinado nacional de cara al Mundial 2020.

Sergio González destaca por su capacidad goleadora y su Inteligencia sobre la pista. Empezó en
categoría alevín en el Barça, pero se marchó a jugar en Les Corts y a Santa Coloma, donde se
convirtió en uno de los juveniles más destacados de Cataluña con la que fue dos veces campeón
de España. Fue repescado por el equipo barcelonista, con el que quedó máximo goleador de
Segunda División en el filial azulgrana en la temporada 2016-17. 22 goles, un título de Liga en la
categoría de plata de la LNFS y presencia en el primer equipo, le convertían en un jugador a
seguir. Muy codiciado, desoyó cantos de sirena. Tenía un plan y sabía en qué equipo quería jugar.

Fichar por el Aspil Vidal Ribera Navarra con 19 años fue una decisión meditada. Sergio González
seguía el mismo camino que en su día emprendieron otros ilustres canteranos de La Masía como
Roger Serrano o Joselito. Tras demostrar su calidad en Tudela a las órdenes de Pato, tanto el
catalán como el gaditano regresaron por la puerta grande del Palau. El técnico alicantino se ha
convertido en una especie de ‘alquimista’ futsalero. Una garantía para todas aquellas promesas
que quieren tener protagonismo en La Mejor Liga del Mundo.

Sergio González | LNFS

Sergio González | LNFS

Sergio no duda en afirmar que “es un orgullo ver cómo chavales jóvenes juegan minutos
importantes en partidos grandes”. A eso vino a Tudela en el verano de 2017, donde se siente “un
ribero más”. La Ribera de Navarra parece tener un ecosistema perfecto para consolidar jugadores
y llevarlos a la selección. Tras una primera temporada en la que marcó 10 goles, siendo el tercer
máximo goleador del equipo naranja, el de Moncada y Reixach se ha convertido en una pieza
imprescindible en los engranajes de su entrenador. Calidad y competitividad, a partes iguales.

Fue precisamente Pato el que le dio la noticia de su convocatoria por España a Sergio, que se
encontraba repasando los apuntes de Dirección y Administración de Empresa. Y es que a pesar de
su progresión y dejar la Ciudad Condal, compatibiliza su fulgurante carrera con los estudios
universitarios. “Me quedé muy sorprendido, Fue una alegría inmensa”, explicó el ala, que amplía la
nómina de internacionales del Aspil-Vidal. “Estoy muy agradecido al club, a la familia y a mis
amigos por haberme ayudado siempre”, aseguró el montcadense.

El Aspil Vidal es un equipo acostumbrado a reinventarse temporada tras temporada. Un
escaparate al que acuden los equipos más pujantes de la LNFS para fichar. La directiva del equipo
tudelano trabaja sobre esa premisa y por eso esta campaña -tras perder piezas claves como
Hamza o Rubí- la ‘eclosión’ de Sergio González no fue una sorpresa en el seno del conjunto ribero.

El ala barcelonés ha asumido el reto de suplir la marcha de jugadores importantes y ha dado un
paso al frente, que además le ha llevado a la selección. Tras asimilar el exigente sistema de juego
de Pato, el catalán brilla en el tradicional 4-0 del técnico del equipo navarro.

El sueño de un niño de Montcada i Reixach está a punto de cumplirse. El plan de Sergio González
ha surtido efecto, aunque sabe que tiene que escribir muchos más capítulos de su historia.

“Derribando pretextos, construyendo sonrisas”, es la frase que lleva tatuada en su antebrazo
derecho este joven barcelonés y barcelonista. Por eso, en el vestuario de la selección española
no dejará de sonreír al lado de jugadores como Marc Tolrá, Aicardo, Sergio Lozano o Adolfo, que
fueron sus compañeros en el Barça Lassa. Él se fue para crecer y aquel rubito del alevín y
espigado ala del filial será internacional. Quién sabe si el Palau le abrirá sus puertas por tercera
vez…


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