Una startup estadounidense llamada Robomart ha lanzado este mes en pruebas «beta» su concepto de tienda del futuro, que podría resumirse en una frase: «que la tienda venga a ti». Puede entenderse como una especie de «tienda de conveniencia» con ruedas. La idea es evitar muchos de los pequeños viajes que la gente hace a la tienda –a veces incluso desplazándose en coche si no tiene ninguna cerca– para comprar menos de diez productos, algo que han calculado es lo que configura la cesta promedio de quienes visitan este tipo de locales.

El resultado es que es la tienda en forma de vehículo cargado de productos la que va a la gente. Cuando el vehículo-tienda llega es cuando los clientes pueden ver toda la oferta disponible y elegir, algo especialmente valorado cuando se trata de productos frescos como la fruta o la verdura, e interesante para promocionar ventas de productos «por impulso».

La forma de solicitar el servicio es a través de una app en el teléfono móvil; al hacerlo se asigna al cliente el Robomart más cercano y al que se puede hacer un seguimiento en el coche –similar al seguimiento de envíos de mensajería– para ver dónde está y cuándo llegará a un punto de encuentro junto a su casa. Cuando ya está aparcado basta abrir la puerta lateral, elegir la compra y llevársela – ni siquiera hay que «pasar por caja».

Para calcular el precio de la compra y realizar el pago Robomart utiliza un sistema de cámaras y reconocimiento de productos como los que se están implantando en algunas tiendas físicas o el que han creado empresas como Standard Cognition. El propio Robomart calculará el número de productos, sumará los precios y creará un ticket de compra en menos de 30 segundos; la orden de compra pasa a la app del cliente, como en cualquier otra aplicación de comercio electrónico. Es un procedimiento denominado «sin fricción» que además sigue la línea del «Cero Contacto» que es cada vez más común en todo tipo de tiendas y servicios.

Los Robomart son vehículos eléctricos no contaminantes, pensados para la ciudad y para circular a una velocidad máxima de 40 km/h. Incluyen zonas refrigeradas para ciertos productos y todo tipo de sensores como medidas de seguridad. La versión definitiva podrá funcionar como vehículo autónomo, pero también incluirá un sistema de teleoperación para que personal especializado pueda conducirlos de forma remota si es necesario.

Al tratarse de un proyecto todavía en desarrollo y pendiente de la normativa de diversas ciudades, la empresa está probando en «beta» la idea en un barrio de Los Ángeles mediante invitaciones. Los vehículos son de momento furgonetas de Zeeba Vans conducidas por personas; cada vehículo puede transportar unas 10 unidades de 50 productos diferentes (500 en total). Existe una versión de alimentación con frutas, verduras, productos frescos y repostería y otra con productos de higiene y belleza, algunos medicamentos comunes, mascarillas, gel desinfectante… Lo habitual que se puede encontrar en la tienda de la esquina… pero sin tener que «ir a la tienda».

Eso sí: para simular las condiciones reales, los clientes no pueden interactuar con los conductores, cuya labor consiste en llevar el vehículo hasta el punto de encuentro, esperar e irse de allí cuando han terminado. Si todo va bien, próximamente comenzarán con las pruebas con vehículos autónomos que podrían operar las 24 horas del día.


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