Un patinete eléctrico solar

Este invento parte de unas premisas muy sencillas y, pese a lo tosco del aspecto de las primeras versiones, se ha convertido en un medio de transporte tranquilo y sencillo con cero emisiones contaminantes y cero coste de recarga.

Si tras cumplir con esto se examinan sus otras virtudes, resulta que estamos ante un invento, cuando menos, interesante, y que puede servir para muchos ciudadanos que cada día deben realizar trayectos cortos o intermedios sin demasiadas dificultades y que cuenten con la posibilidad de recargarlos al sol.

El patinete se llama SES, iniciales de Solar Electric Scooter y es un proyecto que lleva en marcha unos cuatro años. La idea no puede ser más simple: utilizar como base una placa solar que con la energía de los rayos del sol recarga una batería que, a su vez, mueve un motor eléctrico. Las placas solares son fuertes y resistentes y pueden soportar el peso de un adulto. Mientras se mantengan limpias no tienen problema para capturar la luz solar.

Según los cálculos de los ingenieros, basta con dejar el patinete al sol durante una hora para que se recargue lo suficiente como para recorrer unos 1,5 kilómetros (1 milla). Si esto no es suficiente, se puede tirar del cable de corriente y enchufarlo a cualquier toma eléctrica (o extraer la batería y conectarla a un cargador) para cargarla al máximo, lo cual es más rápido. La autonomía del motor de 350 W es de unos 30 kilómetros (20 millas) y la velocidad máxima es de unos 25 km/h.

La superficie del patinete es de unos 80 x 35 cm; la capa de células fotovoltaicas tan solo es de 4 mm, siendo el resto pura protección. En esta primera versión no hay sistema de recarga mediante recuperación de frenada (como en bicicletas, coches y otros sistemas de transporte similares) y el diseño del conjunto se ve bastante simple, con piezas estándar e incluso se diría que un tanto pesadas.

Una limitación del SES es que debido a su pequeño motor y características físicas no es muy bueno escalando grandes cuestas; sus creadores recomiendan utilizarlo más bien en entornos urbanos llanos en los que lo importante sea recorrer distancia y no hacer grandes escaladas. Al ser un prototipo todavía, las primeras versiones serán sin duda un tanto caras (se está ofreciendo por unos 1.200 euros).

Teniendo todo esto en cuenta, quien quiera utilizarlo con coste cero, emisiones contaminantes cero y cuente con sol abundante en un entorno llano sin grandes desniveles ya tiene una forma más de resolver sus necesidades de movilidad cotidianas.


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