Vender, vender, vender… En eso consiste todo, pero en estos tiempos de innovaciones tecnológicas, redes sociales, social commerce, m-commerce, reputación digital, interacción permanente con los usuarios y contenidos como apoyo al proceso de compra, para lograr ese objetivo hay que establecer estrategias cada vez más complejas. Cada detalle cuenta, y hay muchos que se deben cuidar para mejorar la conversión de tu tienda online.

Antes de nada, aclaremos el concepto ‘conversión’ en un e-commerce. Imagina que en tu web entran cien visitantes únicos –no confundir con visitas; un visitante único puede realizar varias visitas–; de ellos, ocho terminan adquiriendo un producto. Tu tasa de conversión –de visitante a comprador– es del 8%. Bien, pues intentemos mejorarla cuidando esos detalles de los que hablábamos. Por supuesto, partamos de la idea de que el producto que ofreces lo demanda el mercado. A partir de ahí, construyamos un decálogo en forma de hoja de ruta:

  1. Ante todo, un precio competitivo. Es el mejor impulso para la venta. Aunque tu tienda online ofrezca los servicios añadidos más cuidados, si el usuario no cree que tienes el precio más adecuado, es difícil que se efectúe la transacción. El ahorro es el mejor camino para fidelizar al cliente. Por lo tanto, ofertas, promociones y descuentos son herramientas indispensables.
  2. Contenidos diferenciales en la web. Vídeos publicitarios y demostrativos; un blog especializado que aporte valor; un asistente virtual; imágenes cuidadas… El usuario exige un plus a la tienda para lograr la satisfacción requerida. Necesita sentirse atendido y bien informado en un entorno atractivo.
  3. Enlazando con el punto anterior, una buena arquitectura de web ayudará a que el cliente obtenga con rapidez lo que desea. La navegación en la página debe ser clara y precisa. Si hay confusión, si se siente perdido en el proceso, abandonará. El diseño, así mismo, hará que la experiencia de usuario sea agradable en esa búsqueda. Todo ayudará a que compre y repita en un futuro.
  4. La usabilidad del site es, por lo tanto, también muy importante. Todo debe ser funcional para que el usuario interactúe con eficacia: botones que llamen a la acción, links precisos e interesantes, formularios claros y breves… Si la tienda es grande, resulta imprescindible un buscador interno con un identificador semántico avanzado.
  5. Da seguridad a tus clientes. Presenta a la empresa, qué personas están detrás, quiénes forman el equipo de trabajo, con qué partners cuentas… La imagen de seriedad y solvencia es fundamental. Por eso, es bueno publicar tus éxitos y cualquier referencia que refuerce tu reputación. De la misma forma, establece un sistema de pago fiable y seguro. En definitiva, el usuario debe sentirse tranquilo desde que llega a la tienda hasta que pulsa el botón de pago.
  6. Realiza un análisis permanente de tu comercio. Un analista web puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso: él recogerá los datos del comportamiento de los usuarios, entenderá por qué se comportan como lo hacen y llegará a las conclusiones oportunas para optimizar las campañas y el proceso de compra.
  7. La distribución es vital. Entregas rápidas y a ser posibles gratuitas, productos que llegan en buen estado y una correcta política de devoluciones. Después del precio, es el factor que más se tiene en cuenta para realizar una compra.
  8. El consumidor debe sentirse perfectamente atendido tanto antes como después de la transacción. Tiene que contar con una información amplia y rigurosa sobre los productos y el proceso para adquirirlos. Asimismo, el servicio post-venta resulta clave para fidelizar al cliente y generar una buena reputación en la Red.
  9. Estudia siempre lo que hace la competencia para comprobar el resultado de sus iniciativas. Y sigue a los expertos del e-commerce (blogs, Twitter..) para conocer las nuevas ideas y tendencias. De ese modo tu tienda estará siempre en vanguardia.
  10. Pregunta a los usuarios. Prepara tests sencillos con preguntas claras sobre el funcionamiento de la tienda. A cambio, a los que participen puedes ofrecerles, por ejemplo, una promoción especial. Las ideas que de allí salgan te serán muy útiles para conocer mejor tus puntos fuertes y tus debilidades.

Muchos ‘detalles’, muchos factores a tener en cuenta, pero cada uno de ellos ayudará a captar clientes, vender y fidelizar, es decir, a que tu tasa de conversión mantenga una línea ascendente.

Imagen: quinn.annya en Flickr.com


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