¿Cuántas de las veces que cogemos el coche es realmente necesario? ¿Cuántos desplazamientos, con su correspondiente gasto económico y medioambiental, realizamos en vano? ¿Puede mejorarse la movilidad sostenible sin que se perjudique el ritmo de vida? Son cuestiones cuya respuesta encontramos en la nueva concepción del tráfico urbano e interurbano que apuesta por la defensa del medio ambiente y por unos desplazamientos más ágiles y seguros.

La empresa Respiro Car Sharing se ha convertido en pionera de una de las fórmulas de defensa de la movilidad sostenible con más éxito en España: compartir el vehículo privado. La diferencia fundamental con otras empresas embarcadas en este mismo objetivo es su compromiso con mejorar la calidad del aire y el tráfico urbano, como atestigua en su participación en foros sobre medio ambiente.

Según una entrevista a su directora, Inés de Saralegui, publicada  en Red Emprendeverde, esta empresa es el primer servicio especializado de car sharing en Madrid mediante un novedoso sistema de alquiler de proximidad, que conlleva «un uso más racional y ecológico del vehículo».

«Es una forma de consumo colaborativo que permite a varias personas compartir un mismo recurso, ahorrando así mucho dinero y emisiones a la atmósfera«, concreta. De hecho, Respiro es el primer servicio de carbono neutral del mundo, es decir, que compensa sus emisiones desde la fabricación de los coches (las más altas) hasta el último kilómetro recorrido, mediante el proyecto CeroC02 de la ONG Ecodes.

Desde su punto de vista, es necesario «romper con algunas ideas preconcebidas acerca de la propiedad del vehículo» bajo el convencimiento de que «el uso tradicional del coche privado es excesivamente contaminante e irracional». Concreta también que el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España provienen del parque móvil, que está «aparcado» el 97% de su tiempo, mientras que los estudios demuestran, según añade, que el vehículo multiusuario «quita de la circulación más de 15 vehículos privados, con una reducción de emisiones del 76%».

Es evidente que desde esta plataforma consideran que, además de las medidas puestas en marcha desde las administraciones públicas,  hay formas complementarias de contribuir con la mejora de la calidad del aire, en ámbitos donde el transporte público no es competitivo. Defiende por tanto que la práctica car sharing tenga un papel importante en esas políticas de reducción de emisiones de CO2 y mejora de la movilidad.

Tal y como argumenta la empresa en su blog, «si la población se da cuenta de que no es necesario tener un coche en propiedad para poder desplazarse siempre que sea necesario y con total comodidad, habrá mucho camino ganado». Solo tenemos que plantearnos nuestras necesidades, medir las ventajas y decidir si queremos aportar o no nuestro grano de arena en defensa de la movilidad sostenible.


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