¡Que levante la mano quien no se haya ‘picado’ nunca con algún juego del Facebook u otra red social! Cityville, Farmville, MafiaWars, Restaurant City, ahora Angry Birds… Basta el boca a boca para probar que el social gaming es otro de esos fenómenos de éxito que nos impone la realidad digital. Aun así, aportaremos algunos datos para que seas consciente del volumen de tráfico y de negocio que supone.

Según la empresa de estudios de mercado Parks Associates, en 2015 esta forma de jugar generará alrededor de 5.000 millones de dólares (3.500 millones de euros) de ingresos por publicidad y merchandising. Es decir, multiplicará por cinco los mil millones obtenidos en 2010. “El juego en las redes sociales se ha convertido rápidamente en la categoría de mayor repercusión dentro de los juegos online”, afirma Pietro Macchiarella, analista de Parks Associates, quien añade que alrededor de 250 millones de personas se entretienen cada mes en Facebook con estos productos.

Más datos para corroborar lo dicho. Nielsen afirmaba ya hace un año que jugar de manera social ya era la segunda actividad online más popular de Estados Unidos, después justamente del intercambio de información en las redes. A nadie puede extrañar que las marcas estén ávidas de formar parte de un fenómeno que involucra a tal masa de usuarios. Otro estudio, este de e-Marketer (empresa de análisis e investigación en la Red), calcula que durante 2011 esas firmas invirtieron unos 200 millones de dólares en social gaming como parte de su presupuesto de marketing.

Te damos dos ejemplos de cómo una compañía puede obtener posicionamiento de marca y sacar rentabilidad comercial indirecta con estos juegos. McDonald’s entró en Farmville para proponer a los usuarios que, a cambio de una serie de premios y puntos, colocaran el logotipo del restaurante en sus granjas para que todos lo vieran. Por su parte, MasterCard centró una de sus campañas (YouPlay, WeGive) en un gaming solidario: por cada minuto que utilices uno de sus juegos sociales, la firma aporta 10 centavos de dólar a una causa benéfica. Al final, de lo que se trata es de incrementar el número de impactos publicitarios que la marca realiza sobre un usuario que pasa muchas horas al mes en esta actividad. Eso vale oro en el marketing online.

El último gran fichaje del social gaming ha sido el popularísimo Angry Birds, uno de los juegos más rentables de la historia: costó 140.000 dólares y ya ha generado 70 millones. En febrero se incorporó a Facebook, de forma gratuita y con las mismas características que el que disfrutan tantos millones de personas en sus smartphones. La diferencia es que las puntuaciones sí servirán para algo: competir contra otros usuarios de esa red social. La unión de ambos gigantes promete muchas más descargas del juego en los móviles y mucho más tiempo de permanencia en Facebook. Angry Birds y redes sociales: un claro riesgo adictivo… y una mina de oro para sus creadores.


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