Una de las características más importantes del comercio electrónico es que Internet, su soporte vital, no tiene límites de tiempo ni de fronteras. Está activo siempre y en todas partes. Este es un motivo lo bastante consistente como para que todas las empresas dedicadas al e-commerce consideren traspasar las fronteras nacionales de su marca y conseguir hacerse con un cupo de clientes en el extranjero.
Desde el portal Finanzas.com detallan algunas claves imprescindibles para vender online en otros países, partiendo de un hecho principal: el tamaño de la empresa o su ubicación geográfica no es relevante y cualquier marca puede adquirir las habilidades suficientes para traspasar las fronteras de forma digital.
En este sentido, el primer objetivo de toda tienda online es que la web se encuentre fácilmente, por lo que antes de nada, es necesario cuidar aspectos como el SEO, la navegabilidad y el diseño. Para ello, es imprescindible traducir sus contenidos, tanto los fijos como las conversaciones entre comprador y vendedor, a todos aquellos idiomas que la empresa considere relevantes para el mercado de consumidores al que va dirigido.
Con estos aspectos ya es posible que la empresa pueda empezar a fabricarse una reputación online, la principal de todas las estrategias de venta, y que está relacionada con las redes sociales, con la fidelización de los compradores y con la adquisición de referencias de terceros. Los comentarios positivos de los clientes, la transparencia informativa, el cumplimiento de plazos de entrega y una buena gestión de incidencias son las claves para que la huella de la marca en la red sea valorada positivamente.
Una empresa de comercio electrónico que quiera operar en el extranjero también debe tener en cuenta los aspectos legales y fiscales. Es necesario conocer el régimen fiscal que se aplica en este negocio y saber que en función de que los productos o servicios sean tangibles o intangibles, tanto los ingresos como el IVA tendrán que ser declarados en el país de origen de la plataforma online o en el país donde resida el comprador. Asimismo, la venta online es una exportación sometida a los aranceles aduaneros, que pueden ser a cargo del cliente o de la empresa, pero que en cualquier caso, el vendedor debe controlar.
Los expertos recomiendan a las tiendas online que cuiden a sus proveedores logísticos cuando quieran vender en el extranjero. Afirman que vale la pena apostar por compañías de mensajería con cierta reputación y prestigio, ya que el momento de la entrega es fundamental, el único momento tangible en e-commerce.
Finalmente, resulta eficaz integrar Paypal y otros procesadores de pago con tarjeta que funcionen en todo el mundo, para vigilar la seguridad en los pagos, así como contar con los servicios de una empresa que procese los riesgos de pago con tarjeta a nivel transnacional.
Fotos: Ecommerce-news.es / 3cero.com
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