Estamos en la antesala de unas nuevas Navidades, esa época del año en que las calles se visten de sus mejores galas, en que las luces acompañan nuestras noches y las familias se reúnen en torno a una misma mesa para brindar juntos una vez más. Y, también, es el período de las compras por definición, desde hacer acopio de todo lo necesario para las comidas y cenas obligadas de estas fiestas hasta los imprescindibles regalos de Santa Claus y los Reyes Magos.

Con un gasto medio de entre 100 y 200 euros, los españoles compraremos principalmente moda, calzado, juguetes, cosmética o tecnología para regalar a nuestros seres queridos.

Una tendencia, la de los regalos, que no distingue de niños o adultos y que cada vez más tiene a Internet como su escaparate por defecto. En ese sentido, un estudio de Showroomprive refleja que el 36% de los españoles comprará este 2018 más regalos a través de la Red respecto al año pasado. E incluso un 10% de los ciudadanos realizará todas sus compras navideñas en Internet, superando ya el escaso 6% que reniega por completo del eCommerce.

A favor del comercio electrónico juega la comodidad de no tener que hacer las colas infinitas de estas semanas en las tiendas tradicionales, poder comparar productos y precios entre distintos ‘retailers’ y recibir voluminosos paquetes directamente en nuestro hogar. También el coste, menor en la mayoría de los casos, se antoja como un factor decisivo en favor de las compras por Internet. Pero no es oro todo lo que reluce.

Conscientes del interés que despiertan las compras en la Red, los ciberdelincuentes, estafadores y demás ‘grinch’ aprovechan la Navidad para hacer su particular agosto. No en vano, en estas fechas proliferan las tiendas falsas, promociones que esconden fraudes de manual y amenazas basadas en ingeniería social que nos pueden arruinar. A continuación te explicamos cinco formas de mantenerte seguro mientras disfrutas de tus compras online en esta campaña navideña:

 

  1. Desconfía de las gangas

Lo primero de todo es confiar en el sentido común y en la sabiduría popular. Y es que, si algo es demasiado bueno para ser cierto, lo más probable es que no lo sea. En Internet son comunes las promociones y descuentos desproporcionados, en muchas ocasiones incluso proponiendo precios de venta inferiores a los costes de producción de los propios objetos. En otras situaciones, incluso se llegan a comercializar productos que ni tan siquiera han llegado todavía al mercado. Para justificar semejantes cifras, los estafadores suelen apelar a que se trata de restos de stock, liquidaciones u ofertas especiales que esa supuesta tienda online ha conseguido en exclusiva.

Lo mejor que nos puede suceder si picamos en alguna de estas promociones es que recibamos alguna falsificación de mala calidad del producto deseado. En los peores escenarios, veremos como nuestro dinero desaparece en alguna web de países orientales o de Europa del Este, sin que recibamos nada a cambio. O que, incluso, nuestros datos de pago sean utilizados por cibercriminales para robarnos más dinero. Por ello, si alguna ganga nos resulta demasiado exacerbada, lo más recomendable es compararla con los precios en otras plataformas y, si confirmamos nuestras sospechas de que algo no cuadra, desconfiar de dicha promoción.

 

  1. Compra solo en tiendas de confianza

Un buen método para saber si una promoción es de fiar o no es conocer la tienda online en la que estamos a punto de hacer una compra. Si ya hemos adquirido productos con anterioridad de forma exitosa, podemos estar tranquilos. Si se trata de un portal popular -como Amazon, El Corte Inglés, Carrefour, etc.-, también. En el caso de tiendas más pequeñas, podemos buscar los distintivos de ‘comercio seguro’ que muchas de ellas presentan como sello de garantía. Además, hemos de recordar que todos los eCommerce en España están obligados a publicar en su web sus datos fiscales, dirección postal y cómo contactar con ellos en caso de algún incidente. Por no contar que todos ellos operan a través de conexiones seguras (HTTPS) que garantizan la seguridad en los pagos que realicemos en sus respectivos portales.

La cosa se complica al comprar en marketplaces donde las ventas son llevadas a cabo por particulares, como es el caso de Wallapop o eBay. En estos casos, la mejor forma de asegurarnos de que el vendedor es de confianza es comprobar las calificaciones y opiniones que esa persona ha obtenido de compradores pasados.

 

  1. Las redes sociales las carga el diablo

En el mundo actual, donde Facebook e Instagram se han convertido en nuestras puertas a Internet, no es de extrañar que mucha gente acceda a anuncios y promociones comerciales a través de las redes sociales. Sin embargo, esta fórmula es también una de las vías favoritas de los ciberdelincuentes para estafarnos o robarnos información personal, ya que muchos usuarios no desconfían o no se dan cuenta de la falsedad de esos anuncios.

En épocas navideñas, donde nuestras ansias consumistas están a la orden del día, las defensas contra posibles fraudes caen de forma dramática, con el consiguiente riesgo que asumimos. De nuevo, atenernos a sitios de confianza y verificar que la promoción es real y está dentro de los baremos de la lógica, es la mejor forma de protegernos.

 

  1. Cuidado con el phishing

Siguiendo con las tácticas de ingeniería social, hemos de hacer mención aparte al phishing. Según un reciente estudio de F5 Networks, los incidentes phishing (suplantación de la identidad de una marca para estafar al usuario, obteniendo sus datos personales o bancarios) se multiplican un 50% en los meses de octubre, noviembre y (especialmente) diciembre frente a la media anual. De acuerdo a dicho informe, “un número récord de compradores de vacaciones online están buscando las mejores ofertas, buscando créditos de última hora o sintiéndose generosos cuando las organizaciones benéficas vienen llamando a la puerta”.

Así pues, si recibimos un correo electrónico de alguna supuesta compañía de confianza, tendemos a dejarnos llevar sin comprobar elementos básicos como que la URL a la que estamos siendo redirigidos es la auténtica de la empresa que dice ser, si ésta presenta una conexión HTTPS o si nos exige información que ya debería tener (o en estadios demasiado tempranos del proceso de compra). Apartar un momento los ojos del Belén y el árbol de Navidad para fijarnos en esos detalles nos puede salvar de un buen susto.

 

  1. Recuerda tus derechos como consumidor

Finalmente, hemos de recordar que cualquier compra realizada en Internet a un portal de comercio electrónico legítimo ha de salvaguardar los mismos derechos como consumidor que los artículos adquiridos en una tienda física. Así pues, tenemos derecho a devolver el producto en los 14 días siguientes a la recepción sin tener que justificar causa alguna (y, por defecto, corriendo el vendedor con los gastos de envío correspondientes). Además, la garantía de funcionamiento del bien debe ser la misma que si lo hubiéramos comprado en un comercio al uso.

Y, en caso de que no podamos resolver cualquier problemática con el servicio de atención al cliente del eCommerce, tenemos la posibilidad de recurrir a las oficinas municipales de información al consumidor, organizaciones de defensa de los consumidores (OCU, Facua, etc.) o, si lo que hemos sufrido es una estafa online, deberemos informar al Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.


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