Intentar competir al máximo y lograr seguir formando a los jugadores es algo que suele ser incompatible, pero que en el Barcelona se han empeñado en hacer esta temporada. El Barcelona Lassa B ha confirmado su gran apuesta por la formación de jóvenes talentos en una categoría tan exigente como la LEB Oro. El objetivo de este ‘Baby Barça’ es convertirse en el relevo perfecto del primer equipo de manera gradual sin generarles la presión de un equipo que compite por todo en el primer nivel europeo y dando minutos a los jugadores.

Esta apuesta férrea por formar a los más jóvenes de la casa azulgrana llega con un nombre propio: Diego Ocampo. Un entrenador especializado en la formación de los jóvenes con experiencia en equipos de ese tipo como Joventut y Estudiantes. El técnico apostó por un proyecto apasionante de formación casi inédito en el Mundo, al ser entrenador de una categoría más “relevante”, con objetivos totalmente diferentes.

ZTE Real Canoe vs Barça Lassa

ZTE Real Canoe vs Barça Lassa (09/11/2015) | Flickr FEB

Además, esta manera de entender los equipos ‘filiales’ cuenta con el apoyo de un hombre del club, como es Roger Grimau. Sus 15 años como jugador del primer equipo le hacen conocer a la perfección las exigencias y necesidades del Barcelona. Por ello, la responsabilidad que recae sobre ellos es muy grande: crear la plantilla del futuro para Svetislav Pesic, sacando lo mejor de unos jugadores en pleno crecimiento, que quizás no estén listos aún para dar el salto al máximo nivel, pero que se consolidan en una división muy competitiva.

Tras los primeros meses al frente del equipo, las sensaciones de Ocampo son buenas: En primer lugar quisimos seguir la línea de trabajo de los últimos años dando forma a un proyecto LEB Oro en el que formáramos jugadores para el primer equipo. Hemos heredado un trabajo previo de estabilidad en la categoría pero también de formación con varios jugadores que van a cumplir su tercera temporada con el equipo donde han hecho ya un gran trabajo«, asegura a Feb.es.

Una de las características del equipo es su juventud, con una media de edad de 19 años, pero no por ello poca experiencia. Hay jugadores como Pol Figueras, Aleix Font, Sergi Martínez o Maxim Esteban que llevan varios años en la dinámica de este ‘Baby’ Barça y que pueden ayudar a las nuevas incorporaciones a involucrarse en este equipo, como los cinco fichajes: Haris Bratanovic, Adrián Roríguez, Kari Jonsson, Leandro Bolmaro, Tyler Rawson o Jaime Fernández.

Ocampo y Grimau tienen también a su favor la experiencia internacional de muchos de ellos como Font, Figueras o Fernández, que ya se han colgado metales del cuello con las categorías inferiores de la Selección Española. Y los nuevos fichajes también traen bagaje internacional en su mochila de experiencia, como Kári Jönsson, base internacional con Islandia. Incluso, los que sin tener experiencia en sus selecciones conocen de primera mano la exigencia y sacrificios del baloncesto, como Tyler Rawson que llega de la NCAA. Todas esas experiencias les ayudan a la hora de integrarse en nuevas plantillas.

Las claves para que el equipo funcione, el míster las tiene muy bien identificadas: paciencia, esfuerzo, trabajo, actitud y aptitud. Una transición desde las categorías de formación al baloncesto profesional de una manera diferente al resto de equipos. Hacerse un hueco en lo más alto ya es cosa del talento de cada uno, pero intentar pulir estos diamantes es un reto muy apasionante.


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