En el año 2017 ya hacemos un uso de nuestro teléfono móvil que poco o nada se parece al que hacíamos de él hace 10 años. De hecho, hacer llamadas, la función principal entonces, ha pasado a ser secundaria hoy día: usamos nuestro smartphone desde que nos levantamos cada mañana para apagar la alarma, navegar por Internet, mirar nuestras redes sociales, nuestro buzón de correo o comprobar si tenemos mensajes.

Este protagonismo casi monopolístico del móvil en nuestras vidas, ha llevado a que todos los contenidos digitales deban adaptarse a estos dispositivos, incluidas las páginas web. Desde hace tiempo toda web que se precie debe estar adaptada, con diseño responsive, para verse correctamente en cualquier dispositivo móvil.

Sin embargo, hoy día se debe ir un paso por delante: Google ha anunciado que llevará a cabo una política de resultados de búsqueda en la cual se priorizarán los resultados móviles. El proceso está aún en fase de prueba, pero será una realidad en pocos meses, por lo que se hace necesario adaptar nuestra página web a esta nueva exigencia. Os dejamos unos consejos para hacerlo más fácil:

Asegúrate de disponer de una web mobile-friendly

Comprueba que tu página está adaptada al formato móvil, que los contenidos se adaptan automáticamente, y que se muestran todas las funcionalidades al igual que en la versión de sobremesa.

Adapta tus contenidos al móvil

A pesar de estar adaptada la plantilla de tu web, ten en cuenta que el tipo de contenido también debe estarlo. El formato móvil exige textos más cortos y una mayor presencia de vídeos e imágenes que en la versión de sobremesa, aunque se debe tener en cuenta que algunos, como los que están en formato flash, suponen más un problema que una solución.

Permite que sea una página rápida

La carga de una página web en un dispositivo móvil depende de muchos factores: procesador del teléfono, tamaño de la memoria, velocidad de conexión… Pero también del tamaño de los archivos que contiene. Los editores de imágenes permiten guardarlas en «formato web», que nos permite mantener la calidad y reducir el tamaño del archivo al mismo tiempo. De esta manera, al pesar menos, se cargan más rápido y no ralentiza la carga de la página.

Ten en cuenta la experiencia de usuario

Por muy adaptada que esté nuestra web, si el usuario se va al poco tiempo, significa que no ha terminado de encontrar lo que buscaba, por lo que es posible que la estructura no sea la más adecuada e intuitiva. Si, en cambio, pasa más tiempo, pincha en varios enlaces y navega en profundidad por la misma, significa que tenemos una página atractiva y manejable.

 

 


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