gestión clientes

Un 85% de los internautas españoles ha comprado por Internet en al menos una ocasión a lo largo del último año. Esta es la conclusión del último estudio elaborado por el Observatorio de Compra Online de The Cocktail Analysis. Cultura, moda o móviles son los sectores más demandados, pero entre las adquisiciones figuran ya contenidos de todo tipo que incluyen desde servicios formativos a cosmética.

En este escenario, la gestión de clientes se ha convertido en el pulmón que insufla aire a un e-commerce que apuesta por cuidar la calidad, no solo de sus catálogos, sino también de la relación entre el comprador o el vendedor. En este sentido, a la hora de tener en cuenta la gestión de clientes, se deben valorar las siguientes cuestiones:

1. Tu tienda online tiene que estar pensada para todo tipo de usuarios, es decir, para los más experimentados y para los que se acaban de iniciar en el empuje del carrito virtual. Así, la web debe ser intuitiva, sencilla y eficiente, según aconsejan los expertos en el sector.

2. En segundo lugar, pese a no ofrecer el contacto cara a cara, una tienda online tiene que garantizar al consumidor una buena atención. Es decir, si tiene dudas o necesita información debe saber a dónde dirigirse y qué procedimiento seguir.

3. Transparencia, fiabilidad y, en definitiva, confianza. Evita incluir gastos adicionales a la compra que no estén claramente explicados y trata siempre de que las imágenes sean lo más cercanas a la realidad posible. Como empresa queremos que nuestros clientes vuelvan para realizar nuevas compras, y para conseguirlo es muy importante que nuestra tienda online transmita toda la información necesaria al cliente, desde el primer momento que entra en la tienda digital, hasta el momento del pago.

4. La fidelización pasa por la atracción. Para construir una relación con el cliente, tan cercana como para que desee comprar y volver, es importante ofrecer nuevos motivos. Las ofertas son un arma poderosa en este reto, pues según la consultora Kantar una promoción supone una decisión estratégica. 

5. Finalmente, debes pensar en tu cliente digital no como un consumidor puntual y lejano, sino como alguien que te conoce y que puede contar a otros usuarios cómo eres tú como vendedor. Las redes sociales son, por tanto, claves a la hora de crear comunidad y, en definitiva, cuidar de tu empresa.

En resumen, el mercado evoluciona y va incorporando nuevos entorno, como el digital, pero la gestión de clientes sigue manteniendo un patrón irrenunciable: la calidad.


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