Kickstarter en España

Mucho hemos hablado por aquí de los servicios de financiación colectiva y sus ventajas relacionadas con la innovación, los emprendedores y el e-commerce. Ahora Kickstarter, la plataforma de crowdfunding más importante del mundo y la que todo el mundo asocia con el término financiación colectiva llega oficialmente a España. Esto va a permitir que emprendedores de todo tipo planteen, financien e incluso vendan sus productos por adelantado antes de invertir en su desarrollo.

La página de Kickstarter sigue siendo la misma, pero la información aparece traducida al castellano –siempre que los promotores de los proyectos la hayan incluido, algo que se recomienda para llegar a más público. Eso sí: los proyectos de Kickstarter son siempre globales; cualquier persona del mundo puede verlos y participar, aunque quienes están detrás pueden limitar su alcance (por ejemplo, por motivos legales) pero no es algo que se haga automáticamente.

Como facilidades para los creadores de nuevos productos se incluyen en la plataforma de herramientas para crear «versiones traducidas» e incluso un subtitulador de vídeos. Cualquier mayor de edad o empresa registrada puede arrancar la financiación de un proyecto. Los proyectos españoles aparecen en euros, aunque dependiendo de la moneda que maneje el público de otros países las compras les aparecerán convertidas a dólares (junto con su equivalente en euros) y las pasarelas de pago (Visa, Mastercard y American Express, de momento) realizarán la conversión.

Eso sí: no todo es un camino de rosas. Utilizar estas fórmulas para financiar proyectos tiene sus riesgos para los emprendedores al igual que para los clientes. Uno de ellos es no ser capaz de calcular bien qué sucede el día después, que puede llevar a problemas con los proveedores, con la transparencia que requiera el proyecto y su plan de plazos y entregas – por no hablar de si el producto termina siendo un bluf y simplemente no funciona.

Como es habitual, los precios de los productos, los descuentos por comprar por adelantado y las «recompensas» alternativas o complementarias quedan en manos de los creadores de los proyectos. Kickstarter cobra un 3 por ciento de comisión + 0,20 euros, aunque para productos de menos de 10 euros cobran un 5 por ciento + 0,05€. Una fórmula común y razonable que ya ha hecho que cientos de proyectos hayan podido financiarse y ver la luz en todo el mundo.


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