Los comparadores de precios se utilizan a menudo en tiendas como las de electrónica e informática

Un antiguo anuncio de detergentes resumía en una frase el poderío de su producto: «Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo». Quizá fuera difícil realmente encontrar «un detergente mejor», pero por otro lado buscar y comparar tampoco es que fuera precisamente sencillo. Desde hace años, algunas tiendas publicitan el no menos clásico lema «si encuentra el mismo producto más barato le igualamos el precio». Todo se basa en la misma idea: muchos productos son parecidos o incluso iguales; en ocasiones hay poca diferencia entre comprarlos en una tienda o en otra, excepto quizá el precio o la conveniencia del momento.

Adelantemos la cinta al día de hoy: más del 60 por ciento de los españoles lleva un teléfono inteligente conectado a Internet. Eso permite realizar esas búsquedas y comparaciones al instante: no hay que esperar a llegar a casa para asegurarse una compra al precio justo. ¿Estás en un centro comercial y se te antoja un reproductor de MP3? Con unos clics sabrás si el precio es adecuado o si ir a la tienda de al lado, comprarlo en Amazon o en cualquier otra tienda. Y es que aunque algunos comercios tienen fama de vender a precios ajustados, navegar un poco por otras tiendas similares –incluso estando físicamente en ese momento en otra distinta– permite comprobarlo casi al instante.

Esto ha dado lugar a una curiosa tendencia que en inglés se ha dado en llamar showrooming. Básicamente es el efecto que se produce cuando la gente necesita ver un producto físico para comprobar algunas de sus características (calidad, textura, tallas) y acude a una tienda, pero luego no compra. Simplemente mira, prueba y se va de allí para hacer la compra desde su casa, la oficina o a través del teléfono móvil o la tableta.

Son los mirones de toda la vida llevados al extremo. La gente que lee las portadas de los periódicos en el quiosco pero no los compra; la gente que toquetea todo el rato los ordenadores, televisores o cámaras fotográficas pero nunca se decide; los que se prueban ropa y complementos de todas las tallas y colores para luego comprarla en otra tienda online donde el precio es un poco más barato.

Existen incluso aplicaciones especializadas para los aficionados al showrooming. Actúan como los grandes buscadores y comparadores de precios de toda la vida; algunos incluso permiten escanear el código de barras de un producto con la cámara de fotos, como Amazon Price Check para Estados Unidos o Supertruper en España. ¿Te gusta un producto? Cámara, foto, clic: ya sabes dónde comprar lo mismo pero más barato.

La situación para los propietarios de las tiendas es un pequeño gran dilema: ¿es mejor dejar tranquilos a los mirones? ¿Se les puede convencer de algún modo que el sobreprecio que quizá van a pagar frente a volver a casa y recibirlo más barato en dos o tres días merece la pena? ¿Es mejor tratarlos como clientes o quizá como… posibles enemigos?

Lo que se sabe según a algunos estudios es que el showrooming suele producirse con productos muy estandarizados que son iguales en todas partes, principalmente productos de electrónica e informática, ropa y accesorios, libros, electrodomésticos y juguetes. Entre las razones que dan los practicantes del showrooming están no solo los precios (aunque es el factor principal); también está el ahorrarse el transporte hasta casa, satisfacer el «ver y tocar antes de comprar», evitar la frustración de que a veces no haya stock y similares.

Los comerciantes, por su parte, pueden combatir a los showroomers con tácticas tales como bajar los precios (ya ha sucedido, aunque no es la mejor opción), ofrecer el envío a casa gratis (también empieza a ser habitual) o estar bien provistos de stock. Algunos optan por tener productos «exclusivos» que no pueden comprarse o compararse; añadirles servicios adicionales de forma ventajosa (ej. seguros de rotura o robo) o combinar dos productos en un «pack» o bundle que tampoco haga fácil su comparación.

{Foto: MM Netherlands (CC) FredZ @ Flickr}


Tags: