Nuestro vehículo de transporte, sea del tipo que sea, debe proporcionarnos una seguridad total al volante, y eso no depende tan solo de nuestro manejo en la conducción y de respetar las normas de circulación. El factor humano influye también de manera muy importante en el mantenimiento que se dé al coche, furgoneta, camión, moto o cualquier otro medio que utilizamos para desplazarnos, por ocio o por trabajo.

Existe así un conjunto de consejos indispensables, básicos y muy fáciles de seguir que evitarán sorpresas desagradables y que, además, contribuirán a fomentar la seguridad vial y la movilidad sostenible.

En primer lugar, es fundamental, según www.seguridad-vial.net, uno de los portales de referencia en estas cuestiones, prestar especial atención al aceite. Hay que revisarlo cada mes y tener en cuenta que debe cambiarse cada 5.000 kilómetros o cada tres meses, aproximadamente, cambiando el filtro para evitar las impurezas que se transmiten al motor. De manera similar, debe hacerse con el anticongelante, incluso cambiándolo todos los años cuando llega el frío; y con el líquido de transmisión, aproximadamente una vez al mes. No hay que olvidar tampoco prestar atención a la batería, sobre todo si percibimos que se forma una capa de material blanco en los terminales: se pueden limpiar con un cepillo y agua con bicarbonato de sodio y untarlos en grasa antiácido. Otros elementos indispensables que requieren nuestra atención son el líquido de frenos, que debe permanecer siempre en los mismos niveles; y las luces, comprobando el correcto funcionamiento de todas ellas, y en caso de detectar algún fallo, proceder a su cambio, con especial atención a los faros delanteros.

Es aconsejable que todas estas acciones se conviertan en rutinarias en la medida de nuestras posibilidades y que, además, puedan completarse con otras. En Motorspain, se ofrece una guía y un pequeño manual muy fácil de memorizar para el mantenimiento preventivo del automóvil, bajo dos objetivos: la máxima eficacia de combustible y un aire más limpio, con el motor siempre a punto; y el manejo seguro del medio de transporte, manteniendo en buenas condiciones los sistemas de dirección y suspensión del volante. La mayoría de estos servicios no suelen suponer un coste muy alto en los talleres.

Por último, y puesto que en breve entraremos en época invernal, existen una serie de orientaciones específicas para el correcto funcionamiento del coche en esta estación, ya que las bajas temperaturas afectan de manera más directa a los limpiaparabrisas, y a los sistemas de refrigeración, arranque, calefacción y aire acondicionado. En este enlace se detallan indicaciones muy específicas al respecto y con total fiabilidad. Hay que recordar que merece la pena dedicar tiempo a estas cuestiones antes de tener que lamentarlo.


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