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Se ha convertido en el referente, en el objeto de deseo de los planificadores, sobre todo de los e-commerce. Facebook, ese gran mundo azul que crece de manera imparable con el paso de los años y ha llegado a los 1.300 millones de usuarios, es sin duda uno de los objetivos prioritarios de cualquier marca pero sobre todo de las tiendas online. Estar en la red, en la mente del consumidor y tener capacidad de interactuar con él. ¿Se puede pedir más?

Pues en realidad sí. Porque, además de estar en Facebook y tener una página de fans correctamente gestionada (es decir: útil y planteada como un canal de comunicación comercial y de marca), fomentar nuestra visibilidad mediante campañas de publicidad pasa por ser obligatorio (y más teniendo en cuenta la constante revisión de la plataforma de su ya mundialmente conocido algoritmo).

Pero invertir en Facebook Ads no es únicamente contar con presupuesto y activar una campaña. Lograr que cada céntimo invertido en la acción sea rentable parte de un ejercicio de coherencia: objetivos lógicos, buena estrategia y constancia a la hora de invertir. Tres ejes fundamentales que se traducen según esta infografía de Adtz en un decálogo de buenas prácticas a tener en cuenta para invertir en la plataforma social por excelencia. Unas recomendaciones entre las que cabría destacar el tiempo mínimo de duración de una campaña (al menos cinco días, de lunes a viernes), la inversión escalada de presupuesto (arrancando con cantidades más altas para ir disminuyéndolas) y la segmentación (que, según esta infografía, es más efectiva cuando comenzamos la campaña sin establecer keywords para ir puliendo el alcance de las publicaciones paulatinamente mediante estas palabras claves).

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Y dos apuntes más que nos recuerdan, cada uno en su terreno, aspectos fundamentales que no debemos perder de vista. Por un lado, que cada campaña de publicidad que activemos en Facebook debe hacer valer la interacción (es decir: supone un momento ideal no solo para coleccionar «me gusta», sino también para dar respuesta a los comentarios que puedan emitir los usuarios) e, incluso, contemplarla como rentabilidad (invertir en marca e imagen es tan importante como lograr conversiones en nuestro e-commerce).

Por otro, que al igual que sucede en el e-commerce, las redes sociales también son ahorro de tiempo. Algo que debe hacer que minimicemos el número de clicks y pasos que tengan que seguir nuestros usuarios para llegar a donde queremos dirigirles con nuestra campaña. Pasos pequeños para grandes logros. O, tratándose de Facebook, para buenos datos de alcance.

Foto | Vilma Núñez
Infografía | Adtz


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