Charge

Un nuevo fabricante británico llamado Charge presentó recientemente en la conferencia Wired 2016 de Londres un nuevo concepto de camión con el objetivo de integrarse mejor en la idea de movilidad de las próximas décadas, combinando última tecnología con ideas de ecomovilidad para lograr un vehículo no solo competitivo sino con alguna característica «única». La más llamativa: que una sola persona puede ensamblarlo en la cadena de montaje a partir de piezas prefabricadas en tan solo 4 horas.

El camión de Charge supone un cambio total sobre los camiones actuales, «monstruos» a los que considera «totalmente inaceptables». El primer cambio es que dentro de una autonomía de 150 kilómetros se comportan como vehículos eléctricos, de modo que no producen emisiones contaminantes durante su funcionamiento. A partir de ahí, gracias un motor híbrido, puede llegar a recorrer 800 km en total, si acaso el viaje es largo. Como aporte tecnológico añaden la conducción automática, lo cual como sabemos aporta diversas ventajas: mayor seguridad en la conducción (y seguros más baratos) y optimización de los tiempos de desplazamientos y rutas.

Su diseño es completamente minimalista: el camión es poco más que un ortoedro con los bordes ligeramente redondeados y mínimamente aerodinámico – al menos los diseños más pequeños. La zona delantera la ocupa la cabina (incluso en los vehículos autónomos hay que dejar una plaza para un conductor humano – y también porque así se podrán usar antes de que en el Reino Unido se prepare la normativa al respecto, que se espera para 2020). Los materiales de los que está construido son fibras ultraligeras pero muy resistentes. De hecho está previsto que se fabrique en varios tamaños con capacidades de carga de entre 2 y 26 toneladas.

Los planes de fabricación incluyen alcanzar unas 10.000 unidades anuales, que comenzarían a fabricarse el año que viene en una fábrica de Oxfordshire, con diez trabajadores en dos turnos. Una de las peculiaridades del Charge es que gracias a que todas las piezas vienen prefabricadas y son modulares. Según afirma la empresa un operario puede montar un Charge en tan solo cuatro horas – lo cual abarata su fabricación.

En las especificaciones técnicas no hablan de potencia ni de otros detalles todavía por decidir, y respecto a la autonomía se ha conocido el dato de esos 150+650 km combinados en modo híbrido eléctrico+gasolina. Es más que probable que algunos modelos de estos vehículos estén pensados para transporte local o incluso «de última milla» (las versiones más pequeñas) y que la tecnología híbrida se equipe únicamente en los modelos más grandes, para largos recorridos.

Lo que sí que dejan claro es que un mercado al que se dirigen es el de las empresas que tienen flotas de vehículos que puedan verse beneficiadas por un modelo innovador como el Charge, incluyendo empresas de mensajería, transporte local y similares. Y aunque el Charge es una idea conceptual que todavía está sobre el papel el fabricante asegura que su precio final se aprovechará del hecho de que en la fábrica sólo sean necesarios diez operarios y de la eliminación de muchos «extras» de los camiones actuales.


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